martes, 23 de febrero de 2010

VENEZUELA. Joven pudo llamar antes de morir y contar que lo emboscaron

De viernes a lunes Cicpc registró 41 homicidios en Caracas

En la morgue de Bello Monte los familiares se quejaron por retardos de hasta catorce horas para recoger los cuerpos (Fernando Sánchez)

Mientras se desangraba escondido debajo de un Maverick, Jhon Anderson Reyes Padilla, de 19 años, logró hacer tres llamadas telefónicas. La primera fue a su madre. Cuando atendió escuchó a su muchacho desesperado. Él le explicaba dónde estaba y le suplicaba que fuera a buscarlo. Que tenía un tiro en la cabeza, pero estaba vivo y consciente. Luego trancó. Volvió a llamar, pera esa segunda vez a su padre. A él le repitió lo mismo. Imploraba que lo rescataran porque no se quería morir. El tercer contacto fue con su novia.

Al poco rato, su familia trató de contactarlo de nuevo, pero ya no pudo. El joven de 19 años de edad había muerto desangrado el sábado, a eso de las 11:20 de la noche.

Los familiares lograron llegar hasta un callejón del sector El Cují. Justo en el kilómetro 17 de la carretera vieja Petare-Guarenas. Allí, debajo de un Maverick de color arena que estaba estacionado frente a una casa de paredes verdes y letrero que la identificaba como la residencia de la "Familia Montañez", estaba el cuerpo del muchacho.

Según pudieron averiguar los familiares, a Jhon lo emboscaron. Esa noche el muchacho, estudiante de quinto año de bachillerato, había llegado hasta el sector La Pipotera del barrio El Cují porque alguien lo había llamado invitándolo a una parrillada. Él llegó en su carro. Estaba acompañado por su novia. Al acercarse al sitio donde sería la reunión, lo recibieron a tiros.

Se bajó del carro y huyó. Ya iba con la herida en la cabeza. Se cree que después de hablar con su madre, padre y novia, lo remataron. La chica que iba con él, también resultó herida, pero ella está viva. Contra ella no se ensañaron.

Según denunciaron algunos familiares, se presume que los asesinos forman parte de la banda "Los Toyota". La furgoneta de la morgue llegó 14 horas luego de ocurrido el hecho.

Problemas de frontera

Durante el fin de semana, según fuentes del Cicpc, murieron en Caracas 41 personas de forma violenta. La cuenta quedó discriminada de la siguiente manera: desde las ocho de la mañana del viernes hasta la misma hora del sábado se reportaron siete homicidios. Desde las 8:00 a.m. del sábado hasta las 12:00 del mediodía del domingo se supo de otros 25 caídos y del domingo a las 8:00 a.m. del lunes de otros nueve más.

Uno de ellos fue Roberto Castellanos, de 20 años. A este trabajador comunitario lo asesinaron mientras se comía un perro caliente. El sábado a eso de las 10:00 p.m. un hombre le disparó ocho veces porque transgredió una frontera. Según dijo su primo, Alexánder Ramos, en Santa Cruz del Este la banda de Las Barras tiene problemas con los de Las Dalias. Cuando los maleantes ven algún vecino pasar la frontera, atacan así no tengan problemas directamente con esa persona.

Roberto vivía en Las Dalias y fue a comprar su cena en un puesto que está en la frontera. El hombre que lo mató llegó caminando y se fue igual. Supuestamente lo capturó la policía del municipio Baruta. El muchacho vivía con su mamá.

María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL

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