martes, 16 de febrero de 2010

VENEZUELA. En lo que va del asueto se han cometido 45 homicidios

Un joven fue asesinado en Petare por resistirse a ser robado

La madre del adolescente asesinado en San Pablito lloró desconsoladamente (Fernando Sánchez)

A pesar del anunciado dispositivo de seguridad Carnaval 2010, en lo que va del asueto, que comenzó la tarde del pasado viernes, hasta la seis de la mañana de ayer, se han registrado en la capital 45 homicidios.

Una de las últimas víctimas en ser ingresadas a la medicatura forense de Bello Monte fue Domingo Antonio Contreras, de 21 años de edad, quien fue ultimado en el sector Las Tapias del barrio La Dolorita de Petare. José Contreras, padre de la víctima, dijo que su hijo recibió seis disparos de escopeta al negarse a ser despojado de sus pertenencias.

Señaló que hace dos años tomó la decisión de mudarse a Cumaná, estado Sucre, debido a la inseguridad, pero su hijo se quedó en Caracas porque no dispone de empleo.

"Aquí matan a la gente así y no pasa nada. No creo que el caso sea investigado ni aclarado porque se trata de una persona pobre". Denunció que en la zona opera una banda dirigida por un antisocial apodado "Joel", quien según denuncian dispone de protección policial, pues cada vez que es detenido logra ser liberado y los vecinos que se atreven a acusarlo son agredidos posteriormente.

La mayoría de las víctimas cayeron abatidas con armas de fuego. El móvil de los homicidios fue la resistencia al robo, la venganza y riñas. Un adolescente de 17 años, quien fue ultimado en el interior de una bodega situada en el sector La Acequia del barrio San Pablito, al parecer a manos de una banda conformada por seis sujetos. Nilda Rodríguez dijo que su hijo fue ultimado de 17 disparos por sujetos encapuchados. Negó que el adolescente fuera un malandro.

En el sector La Pradera, parte alta del barrio La Vega, fueron asesinados dos sujetos en medio de una riña ocurrida durante un templete de Carnaval. En el tiroteo otras cinco personas resultaron heridas, entre ellas un agente de la Policía Municipal de Zamora, estado Miranda. La mayoría de las víctimas fueron ingresadas al Hospital de Los Magallanes de Catia. A ese mismo centro asistencial llegó mortalmente herido el cabo de la Policía Metropolitana Ricardo Milano, tras oponerse a ser despojado de su automóvil. El uniformado adscrito a la Brigada Motorizada fue atacado a tiros por ladrones de autos en el sector La Recta de Los Magallanes de Catia. Recibió cinco disparos y sobrevivió aunque permanece en terapia intensiva.

En la parroquia Candelaria, esquina de Desamparados, hallaron muerto al joven Manuel Alejandro Oleaga, de 25 años de edad. Vecinos del sector dijeron que el agraviado consumía licor en la vía pública cuando llegó un vehículo Toyota de color azul, descendió un sujeto y le disparó en cuatro oportunidades. Luego utilizó la sangre de su víctima para escribir un graffiti en la pared.

Los detectives de la subdelegación Simón Rodríguez de la policía científica presumen que el móvil del hecho fue la venganza.

Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL

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