Durante el fin de semana a la morgue ingresaron 18 víctimas de homicidio
Hasta la mañana del domingo había cuerpos de fallecidos el fin de semana que aún no habían ingresado a la morgue (Eduardo Fuentes)
Después de pasar la noche en una celebración con amigos, José Luis Pavón, de 38 años, y su novia, Ronna Johandri Rodríguez, fueron en la madrugada del domingo a llevar a una pareja de amigos al barrio Los Eucaliptos, en El Guarataro. Pavón entró en su taxi por una pequeña calle que está junto a la autopista, en el distribuidor La Araña; tras dejar a los amigos, arrancó de retroceso para tomar la salida y un grupo de sujetos le dio la voz de alto. Atemorizado, Pavón aceleró y los delincuentes comenzaron a disparar. Él falleció en el lugar, mientras su compañera fue llevada gravemente herida al Hospital Militar y su estado es delicado.
Según fuentes extraoficiales, Pavón era mensajero del palacio de Miraflores, y en sus ratos libres trabajaba con un taxi, mientras su novia es empleada de prensa de VTV.
La mañana de este domingo el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Wilmer Flores Trosel, explicó que los asesinos son parte de una banda que se dedica a asaltar a taxistas en ese tramo de la autopista. Al parecer este grupo suele además protagonizar robos a conductores en el tunel Boquerón.
Dos muertes más Tras el ataque ocurrido a las 10:30 de la noche del pasado viernes, en la calle Principal del barrio Isaías Medina, en Catia, no sólo murió el chico de 15 años que salió a celebrar un empate del Caracas en el segundo juego de la final contra Magallanes; los hombres que pasaron disparando en el Ford Fiesta negro además hirieron a Albert Daniel Vázquez Merchán, de 20 años, quien recibió un disparo en un muslo, y a Javier José Martínez, también de 20. Vázquez murió al mediodía del sábado, y poco después falleció Martínez. A la hora del juego los tres jóvenes, que son vecinos, habían salido a la calle a celebrar.
Daniel Santos, el papá de Vázquez, explicó que el chico vivía con su mamá y ya había terminado el bachillerato, por lo que estaba buscando trabajo y quería estudiar Derecho.
Entre los homicidios de este fin de semana también está el de Humberto Oliveros, de 24 años, quien fue asesinado a las 6 a.m. del sábado cuando regresaba de una fiesta en El Cementerio y fue malogrado por sujetos que lo interceptaron para robarlo: los homicidas se llevaron la cartera, el reloj y el celular.
Otra muerte, pero en la redoma de Ruiz Pineda, fue la de Edgar Misael Pérez Contreras, de 19 años, hijo de Edgar Celestino Pérez, funcionario de la Guardia Nacional. Su papá cuenta que el joven estaba visitando a la novia en la zona y estaba con ella y con una niña de 6 años, familiar de la muchacha, cuando, cerca de las 3 p.m. del sábado, un sujeto se le acercó y le dijo que él era a quien había pateado unos meses atrás, pero el sujeto estaba equivocado y el joven trató de correr, pero recibió un tiro por la espalda.
A pocos metros del lugar funciona un puesto de la GN de Caracas Segura, y aunque los asesinos les pasaron a diez metros los efectivos no hicieron nada, y, como cuenta su papá, sólo decían: "Por allí se fueron".
Pérez comentó en medio de su indignación: "hago un llamado para que tomen cartas en el asunto, aquí se redobla a los funcionarios, pero están armados y de brazos cruzados porque si se enfrentan a la delincuencia los castigan".
El joven trabajaba como ayudante de albañilería en la obra Barrio Tricolor, en Colinas de Palo Grande, donde vivía con su mamá y dos hermanos.
Estas muertes son parte de las al menos 21 violentas ocurridas en Caracas entre las 6 a.m. del viernes y la misma hora de este domingo. De estas, 18 fueron homicidios con arma de fuego.
Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSAL
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