El chofer del profesional del Derecho es el único testigo del hecho
Una pareja de motorizados asesinó a un abogado de 54 años cuando llegaba a su residencia situada en la calle Las Esmeraldas de la urbanización La Tahona, en el municipio El Hatillo.
Poco antes de las doce de la noche el profesional del Derecho, identificado como Antero Segundo Villamizar Ocando, viajaba en el asiento trasero de su camioneta Toyota 4Runner de color dorado cuando su chofer se percató que de frente los interceptó una pareja de motorizados. El parrillero descendió de la motocicleta y le propinó al menos ocho disparos.
El chofer reveló a las autoridades que no pudo ver nada porque se ocultó en el asiento del copiloto. Al huir los sicarios decidió trasladar a su jefe hasta el Centro Médico Docente La Trinidad, donde falleció minutos después de haber sido ingresado en el área de emergencia.
Detectives de la División contra Homicidios que se encargaron de las investigaciones no descartan ninguna hipótesis. No obstante, las que tienen mayor peso por las características del hecho son la venganza personal y el robo de vehículos.
El abogado Villamizar Ocando regresaba de una reunión familiar. Se dedicaba al área mercantil.
Los vigilantes del edificio Lady Caterina señalaron que solamente escucharon unas detonaciones. Los investigadores realizaron una encuesta en la zona para tratar de localizar a testigos que permitan orientar las pesquisas. Los vecinos señalaron que la inseguridad los agobia cada día más debido a la alta incidencia de secuestros express y robo de vehículos.
El cadáver del abogado fue trasladado a la morgue de Bello Monte mientras que la camioneta de su propiedad fue remitida al laboratorio de criminalística, donde los técnicos intentarán colectar proyectiles y otros indicios. GR
Poco antes de las doce de la noche el profesional del Derecho, identificado como Antero Segundo Villamizar Ocando, viajaba en el asiento trasero de su camioneta Toyota 4Runner de color dorado cuando su chofer se percató que de frente los interceptó una pareja de motorizados. El parrillero descendió de la motocicleta y le propinó al menos ocho disparos.
El chofer reveló a las autoridades que no pudo ver nada porque se ocultó en el asiento del copiloto. Al huir los sicarios decidió trasladar a su jefe hasta el Centro Médico Docente La Trinidad, donde falleció minutos después de haber sido ingresado en el área de emergencia.
Detectives de la División contra Homicidios que se encargaron de las investigaciones no descartan ninguna hipótesis. No obstante, las que tienen mayor peso por las características del hecho son la venganza personal y el robo de vehículos.
El abogado Villamizar Ocando regresaba de una reunión familiar. Se dedicaba al área mercantil.
Los vigilantes del edificio Lady Caterina señalaron que solamente escucharon unas detonaciones. Los investigadores realizaron una encuesta en la zona para tratar de localizar a testigos que permitan orientar las pesquisas. Los vecinos señalaron que la inseguridad los agobia cada día más debido a la alta incidencia de secuestros express y robo de vehículos.
El cadáver del abogado fue trasladado a la morgue de Bello Monte mientras que la camioneta de su propiedad fue remitida al laboratorio de criminalística, donde los técnicos intentarán colectar proyectiles y otros indicios. GR
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