Jorge Mateo (24) recibió un disparo fatal frente a un kiosco del barrio Tres Estrellas de Godoy Cruz. Creen que los homicidas fueron los mismos que lo invitaron a beber.
Un homicidio que, por ahora, no tiene mucha lógica para los investigadores se produjo frente a un kiosco del barrio Tres Estrellas de Godoy Cruz. Dos jóvenes llegaron hasta allí para comprar cerveza, se quedaron a tomar algo con un carretelero y luego se unieron al grupo otros 6 jóvenes. Cuando terminaron la reunión, los dos jóvenes fueron asaltados y uno de ellos murió tras recibir un disparo.
Ayer a las 2, Jorge Sebastián Mateo (24) llegó junto a un amigo a bordo de una VW Saveiro amarilla a un negocio ubicado en Pehuenche sin número del barrio Tres Estrellas, ubicado junto al barrio La Gloria.
El dueño del negocio no les vendió alcohol pero fueron invitados por un hombre de unos 40 o 50 años que estaba en una carretela junto a una mujer y un niño. Los dos jóvenes domiciliados en la calle Gabriela Mistral de Godoy Cruz aceptaron la invitación sin saber, tal vez, que la reunión tendría un final terrible.
Copas y balas
La noche estaba tranquila y la reunión era amistosa, tanto que los jóvenes no se inquietaron cuando vieron llegar a un grupo de 6 personas que, con botellas de vino y cerveza, se unieron al grupo inicial.
Tras media hora de compartir alcohol y conversación, el grupo de 6 personas se retiró y sólo quedaron la familia del carretelero y los dos jóvenes de la Saveiro, quienes finalmente se quedaron sólo cuando el hombre se marchó en la carretela.
En ese preciso momento aparecieron tres jóvenes delincuentes que cubrían su rostro con los cuellos de su abrigos y sus cabezas con gorras. Los ladrones les exigieron que les entregaran todo lo que tenían y cuando Mateo intentó arrancar la camioneta, uno de ellos sacó una pistola 9 milímetros y efectuó un certero disparo.
El proyectil ingresó por encima de la clavícula de Mateo y y salió por el costado izquierdo, produciéndole una muerte instantánea. El cuerpo del muchacho cayó al piso y sus pies quedaron dentro del vehículo.
Al ver la situación, su amigo corrió hasta el kiosco que ya estaba cerrado, golpeó la puerta y le dijo al dueño que habían sido atacados y que Mateo había recibido un disparo. El comerciante avisó de inmediato al 911 y pasadas las 2.30 llegó un móvil policial y un médico del Servicio de Emergencia Coordinado, quien constató el fallecimiento del joven.
También se dio aviso a las autoridades de la Oficina Fiscal 3 de Godoy Cruz a cargo del fiscal Lauro Monticone, quien se hizo cargo de la investigación.
Tras las primeras declaraciones del amigo de Mateo, la policía trato de ubicar al hombre de la carretela pero no logro dar ni con la persona ni con el vehículo.
"Hay cosas que no están muy claras. El testigo declaró que creía que el hombre de la carretela conocía a los 6 individuos que serían de la zona y que 3 de ellos serían los atacantes", explicó una fuente ligada a la investigación.
Sin embargo en la Fiscalía de Godoy Cruz no entienden como una persona pudo haber estado tomando unas cervezas más de media hora con algunos individuos y no pueda dar un detalle de sus rasgos.
"Tal vez estaba muy ebrio. Dijo que no podía describir al hombre de la carretela porque no lo miró a la cara por temor. Entonces, ¿por qué se quedó a tomar?", se preguntó un investigador.
Hasta ayer por la tarde, ya se habían tomado declaración al amigo de la víctima y al dueño del kiosco pero no pudieron aportar muchos datos. Por ahora no hay detenidos.
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