jueves, 27 de agosto de 2009

VENEZUELA. Asesinan a policía porque se resistió a que lo robaran

Con este caso suman 27 funcionarios ultimados en Caracas en lo que va de año

El funcionario vestía de civil. Los cuerpos de seguridad retiraron el cuerpo a las 8 de la mañana (FERNANDO SÁNCHEZ)

Wilson Leonardo Molina Pabón, de 24 años, salió de su casa el martes a las 7 de la mañana para no volver. Los vecinos del sector Surima, en Baruta, se encontraron ayer con su cadáver en medio de la calle.

Wilson era agente del destacamento de la Policía Metropolitana en Baruta y residía en El Hatillo. El día anterior había cobrado su sueldo y cuando intentó impedir que lo robaran, recibió tres disparos.

Su esposa, Yoniberth Guía, contó que recibió un mensaje de texto a las 7 de la noche del martes donde Wilson le decía que pronto iría a la casa. Ella no se preocupó, pues él tenía muchos amigos en el municipio y era frecuente que se entretuviera luego de su turno: "Nunca llegó. Hoy (ayer) me llamaron para decirme que lo buscara en la morgue", contó entre llanto.

Wilson estaba gestionando su retiro luego de cinco años de servicio. Yoniberth se lo atribuye a su insistencia: "Para ser policía hay que estar en la calle y eso es peligro. Yo siempre le pedía que se saliera para poder formar un hogar tranquilo". La pareja llevaba un año de relación y aún no tenían hijos.

Los cuerpos de seguridad desconocen la hora exacta del hecho, pero los vecinos aseguran que fue en la madrugada. A las 8 de la mañana de ayer el cuerpo de Wilson aún yacía en el suelo, lo que originó una fuerte congestión en el tráfico vehicular.

La policía de Baruta capturó ayer a dos de los presuntos homicidas. El director de Operaciones, Richard Buerti, informó que, según un testigo, los implicados se encontraban con el agente: "Luego intentaron robarlo y cuándo él puso resistencia le dispararon".

Uno de los detenidos es Juan Carlos Bello Pedrique, de 33 años, quien lleva cuatro registros de detención por los delitos de robo a mano armada, drogas, hurto y lesiones. El otro es un menor de edad. Ambos fueron señalados por un testigo presencial, según informó Buerti.

Este es el caso número 27 de asesinatos a funcionarios de seguridad en lo que va de año en la capital.

A plena luz Jeison Manuel Villalobos, de 24 años, también murió ayer a manos de la violencia. A las 10 de la mañana de este martes se encontraba en la estación de mototaxis donde trabajaba, ubicada en Catia, cuando dos sujetos le pidieron hablar en privado.

Él se separó de su grupo de compañeros y los hombres le propinaron siete disparos casi sin mediar palabras, según la versión de un familiar que prefirió mantener su identidad en resguardo.

Jeison Villalobos vivía en Las Adjuntas, pero frecuentaba Catia, pues además de trabajar allí, en la zona también vivía su abuela. Ya tenía un año en esa línea de transporte, pero estaba buscando un mejor empleo. Dejó dos hijos, de tres y dos años.

Maye Albornoz
EL UNIVERSAL

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