Un incendio en una guardería en el norteño estado de Sonora, en México, cobró la vida de 38 niños pequeños y dejó a 15 gravemente heridos y con pocas posibilidades de sobrevivir en una de las peores tragedias que se recuerden en la región.
La mayoría de los niños, de entre cuatro meses y tres años, murieron intoxicados por humo en la guardería ABC de Hermosillo, capital de Sonora y a 250 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos, luego de que se desatara el incendio en un edificio aledaño y los pocos adultos que estaban con ellos no lograran sacarlos a tiempo hacia la calle.
El secretario de Salud estatal, Raymundo López, dijo que 23 niños estaban hospitalizados, además de cuatro de los seis adultos que estaban a cargo de los infantes, incluida la directora del centro.
De los internados, 15 niños "están sumamente graves (...) desgraciadamente está peligrando su vida en las próximas horas", dijo López a periodistas.
Algunos niños fueron llevados a hospitales especializados en quemaduras como el Shriners en Sacramento, California, y a otros a Guadalajara, en el occidental estado de Jalisco.
Catherine Curran, vocero del hospital Shriners, dijo que personal de la institución trabajó toda la noche vía teléfono con sus pares en México asesorándolos sobre cuáles casos eran prioritarios.
Los cuerpos de cuatro niños fueron sepultados ayer por la tarde en pequeños ataúdes grises, en medio de la congoja de familiares e incluso de niños, algunos de ellos hermanos de las víctimas, que acompañaban los féretros con flores en las manos y lágrimas en los ojos.
Afuera del hospital infantil de Hermosillo, decenas de personas participaron durante todo el día en improvisadas misas para rogar por la salud de los pequeños.
Fuente: Reuters
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