Doce horas, en ese mismo lugar, mataron a un coronel de la DIM
Inconsolables, familiares recordaron que el joven construía una casa en Charallave (Fernando Sánchez)
"A mi papi lo mataron. Le dieron ¡pum, pum, pum! Y se murió", aseguran que repite el pequeño de tres años cuando le preguntan qué le pasó a su papá. Así de crudo y claro es su recuerdo.
Ese pequeño vio junto a su madre cómo mataban a su papá: Wilmer Alexader Riera Blanco, de 23 años, justo cuando salía del trabajo. Frente al depósito de la Polar que está ubicado en la calle Los Alpes de El Cementerio lo interceptaron el martes a las 7 de la noche. Su esposa no sabe decir cuántos hampones fueron. "Nosotros escuchamos los tiros y enseguida salimos. Cuando uno tiene un hijo en la calle y oye una balacera, el corazón llega a la garganta& por eso salimos asustados. Él vivía conmigo, a dos casas del depósito", dijo llorosa su madre Tiballe Blanco. Ya en la calle vieron que el joven estaba tirado en el piso, y su esposa paralizada a un lado tapándole los ojos al pequeño de tres años. Lo quisieron robar y él se opuso.
De inmediato lo llevaron hasta el Hospital Clínico Universitario, pero allí nada pudieron hacer, el muchacho ya había muerto.
Esta es la primera vez que la familia de Wilmer pasa por esto. "Es horrible. Sólo estamos guapeando para que mi mamá, la abuela de Wilmer, no se caiga. Él era la luz de sus ojos& uno no tiene cabeza para nada, ni para pedirle algo a las autoridades. Uno ve a tantas familias por televisión en estos mismos menesteres", dijo Tiballe.
A las 7:05 de la mañana de ese mismo martes, también en la calle Los Alpes, asesinaron a un coronel de la DIM.
Los funcionarios del Cicpc investigan estos dos casos. Divisiones diferentes hacen las diligiencias. "Nosotros lo único que pedimos es que se haga justicia y no engaveten el caso diciendo que se trató de un ajuste de cuentas", exigió Tiballe.
"Esta zona era muy tranquila. Uno veía pasar a muchachos armados, pero no se metían con los vecinos& ya hasta perdieron ese respeto, o esa consideración", refirieron otros moradores que prefirieron no dar sus nombres.
Ese pequeño vio junto a su madre cómo mataban a su papá: Wilmer Alexader Riera Blanco, de 23 años, justo cuando salía del trabajo. Frente al depósito de la Polar que está ubicado en la calle Los Alpes de El Cementerio lo interceptaron el martes a las 7 de la noche. Su esposa no sabe decir cuántos hampones fueron. "Nosotros escuchamos los tiros y enseguida salimos. Cuando uno tiene un hijo en la calle y oye una balacera, el corazón llega a la garganta& por eso salimos asustados. Él vivía conmigo, a dos casas del depósito", dijo llorosa su madre Tiballe Blanco. Ya en la calle vieron que el joven estaba tirado en el piso, y su esposa paralizada a un lado tapándole los ojos al pequeño de tres años. Lo quisieron robar y él se opuso.
De inmediato lo llevaron hasta el Hospital Clínico Universitario, pero allí nada pudieron hacer, el muchacho ya había muerto.
Esta es la primera vez que la familia de Wilmer pasa por esto. "Es horrible. Sólo estamos guapeando para que mi mamá, la abuela de Wilmer, no se caiga. Él era la luz de sus ojos& uno no tiene cabeza para nada, ni para pedirle algo a las autoridades. Uno ve a tantas familias por televisión en estos mismos menesteres", dijo Tiballe.
A las 7:05 de la mañana de ese mismo martes, también en la calle Los Alpes, asesinaron a un coronel de la DIM.
Los funcionarios del Cicpc investigan estos dos casos. Divisiones diferentes hacen las diligiencias. "Nosotros lo único que pedimos es que se haga justicia y no engaveten el caso diciendo que se trató de un ajuste de cuentas", exigió Tiballe.
"Esta zona era muy tranquila. Uno veía pasar a muchachos armados, pero no se metían con los vecinos& ya hasta perdieron ese respeto, o esa consideración", refirieron otros moradores que prefirieron no dar sus nombres.
María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL
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