martes, 28 de abril de 2009

Saltan de una grúa a un quinto piso para salvar a un suicida


Momento en el que uno de los bomberos salta (Foto: Alberto Di Lolli)

Momento en el que uno de los bomberos salta (Foto: Alberto Di Lolli)

El asunto empezó hacia las 13.00 horas, según dijeron algunos de los bomberos a este periódico. Les avisaron de que un hombre quería saltar por la ventana de la habitación que tenía en el hotel. Según los testigos, el suicida llevaba desde el verano pasado alojándose allí.

A esa hora se asomó a la ventana y amenazó con saltar. Se quedó sentado en el alféizar con las piernas colgando hacia el vacío. Poco después, todo el entorno de Legazpi era un caos.

La Policía Municipal cortó parcialmente el tráfico en el paseo de la Chopera. Además, los Agentes de Movilidad del Ayuntamiento tuvieron que regular el tráfico en la glorieta de Legazpi, donde todos los conductores se paraban para cotillear. Mientras, los Bomberos del Parque II, el de Manuel Becerra, montaron un dispositivo muy amplio para evitar que el hombre saltara. Primero llevaron una escala, pero entre los árboles y otros obstáculos no podían llegar hasta él.

Al final, llevaron cinco vehículos distintos, y entre ellos un brazo mecánico con una cesta en la que iban Molina y Leo. «Hemos tardado dos horas en subir el brazo hasta su ventana, porque no nos dejaba», explicaba ayer uno de ellos.

Para entretenerle, una psicóloga del Samur-Protección Civil se puso a hablar con él por teléfono. Estuvo más de una hora dialogando con el suicida mientras los bomberos se acercaban al alféizar.

Tenían un plan, pero era muy difícil llevarlo a cabo: los bomberos querían saltar a la ventana en cuanto tuvieran un momento.

Pero él no les dejaba. Cada dos por tres hacía amagos de saltar.Abajo se desplegó una inmensa colchoneta hinchable, que de poco habría servido si hubiera saltado, puesto que de camino al suelo sobresalía la marquesina con banderas que hay sobre la puerta principal del hotel.

Hablaron con él, le dieron tabaco, hicieron que se marchaban varias veces... Y el hombre de repente intentó ponerse de pie en la ventana. En ese momento, Leo saltó sobre él desde la grúa, pero se quedó colgado del alféizar. El suicida forcejeó para empujarle y tirarse, y en ese momento, su compañero Molina se quitó el arnés y saltó de cabeza sobre ambos. «Es que creí que Leo se me caía al suelo», se excusaba cuando todo había terminado. Los curiosos no paraban de aplaudir a los héroes del día, y el hombre fue trasladado a la unidad psiquiátrica del Gregorio Marañón.

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