domingo, 25 de enero de 2009

VENZEZUELA. Doce policías tenían su propia banda de secuestradores express

"Los comisarios" extorsionaban y asesinaban a sus víctimas


La más resbaladiza banda de secuestradores conformada exclusivamente por una docena policías metropolitanos fue desarticulada luego de una persecución que se prolongó por nueve meses en los más insospechados parajes de la ciudad.

Agentes de la unidad especial antisecuestros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) sitiaron a los uniformados, quienes durante un año se habían dedicado a plagiar y extorsionar a comerciantes y empresarios de Caracas.

La semana pasada, cuando los sabuesos analizaban una nube de llamadas anónimas que exigían el pago de un millonario rescate para dejar en libertad a un comerciante de origen asiático se tropezaron con el número de un funcionario de la Policía Metropolitana. Con una orden de allanamiento husmearon en su armario y hallaron sus verdaderos instrumentos de trabajo: cocina de campaña, una bombona pequeña de gas, ropa, zapatos, artículos de aseo personal, chinchorros, carpas, alimentos no perecederos y enlatados. Todo lo necesario para mantener en cautiverio a sus víctimas.

Horas después llegaba a la Comisaría Teresa de la Parra de San Agustín del Sur un integrante de la banda conocida como "Los comisarios", quien luego confesó ante sus perseguidores no conformarse con servir de informante o brindar protección al crimen organizado. Admitió ser parte de una red integrada por funcionarios de distintas jerarquías. Simultáneamente, sus cómplices optaron por liberar al comerciante asiático, quien posee una tienda frente al mercado de Coche.

El Tribunal V en funciones de Control dictó medida privativa de libertad a Johan José Villarroel Linares, agente adscrito a la Comisaría Antonio José de Sucre, con sede en Catia; y a Luis Vicente Punchiluppi, cabo segundo de la Comisaría Teresa de la Parra. Fijó como sitio de reclusión la Zona Dos de la Policía Metropolitana.

El Juzgado a instancia del Ministerio Público también ordenó la detención de Antonio Ramón Martínez Páez, quien posee prontuario policial por el delito de robo en la subcomisaría de El Valle. Fijó como lugar de reclusión de el Internado Judicial de la Planta. Dos agentes adscritos a la subcomisaría El Cementerio quedaron solicitados y en la actualidad se encuentran en fuga.

La investigación gira en torno a otros seis funcionarios de la Policía Metropolitana que integran la red, cobran por simular trabajar y atacan a la sociedad que están obligados a proteger.

Los detectives de la División Antiextorsión y Secuestros prosiguen las investigaciones, pues consideran que la organización delictiva extendió sus tentáculos desde el sur de la ciudad a toda la capital.

Los agentes policiales son investigados además por estar presuntamente implicados en el asesinato del comerciante lusitano José Antonio Días Rodríguez, quien fue secuestrado el mes de septiembre pasado y cuyo cadáver fue localizado con un disparo en la cabeza en un sector de la bajada de Tazón.

A la banda se le atribuyen 30% de los secuestros que se reportaron en Caracas durante el año 2008.

En su accionar delictivo se dedicaban a extorsionar a empresarios y comerciantes del mercado de Coche.

La relación de llamadas incesantes entre los funcionarios de distintas dependencias durante las noches de los plagios los delata. Los investigadores se preguntan por qué los jefes inmediatos de los uniformados permitieron que desde esos despachos se realizaran llamadas para cobrar rescate, como si se tratara de una célula más del crimen organizado.

En los próximos días, los fiscales del Ministerio Público solicitarán nuevas órdenes de aprehensión, mientras los detectives siguen cotejando si coinciden las denuncias de secuestros.

Al respecto el experto en secuestros, Fermín Mármol León, sostiene que los ciudadanos aseguran que les temen más a los policías que a los propios delincuentes.

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