Usan rifles con miras telescópicas y armas automáticas con las que repelen a agentes
La fuerza policial no es lo suficientemente poderosa para controlar a los grupos hamponiles de las zonas más peligrosas de Caracas (Fernando Sánchez)
La zona está totalmente controlada por las bandas armadas. Allí, los residentes deben convivir entre el sonido de las balas y el terror agudo. Y es que los grupos hamponiles utilizan armas largas con miras telescópicas para repeler la acción policial, cada vez que los uniformados intentan ingresar a la localidad para capturarlos.
Los mismos residentes dicen vivir en un "barrio sin ley", pues los asaltos y homicidios forman parte de su cotidianidad.
Sin embargo, deben lidiar con los maleantes y soportar sus acciones para evitar represalias. "Aquí no podemos denunciar a nadie, porque corremos peligro si se enteran. Es mejor mantenerse resguardado en sus casas", comenta una vecina que ha sido testigo de diversos delitos.
Para los organismos de seguridad tener que ingresar a La Vega significa "armarse de valor y estar dispuesto a todo", pues la noche del pasado martes, durante un operativo que intentaron llevar a cabo en la localidad para capturar a uno de los delincuentes más buscados, fueron repelidos por integrantes de la banda, que utilizaron armas largas con miras telescópicas.
Los primeros 15 funcionarios del Cicpc que ingresaron al sector San Rafael se desplegaron en la zona, tras la pista de un sujeto conocido como "Ojo de Vidrio". Allí fueron recibidos a tiros de manera sorpresiva.
Pese a la respuesta de los uniformados, no lograron controlar a los maleantes. Más de 80 efectivos -entre Policaracas, PM y Cicpc- llegaron al lugar para reforzar el operativo, pero tampoco pudieron neutralizar a los hampones que no dejaban de accionar sus rifles, los FAL y hasta armas automáticas.
Un efectivo del Cicpc resultó herido, lo que obligó a los policías a retirarse del lugar y culminar con los 25 minutos de intensa batalla. La contienda quedó a favor de la banda local, y los residentes pudieron dormir tranquilos esa noche.
Aún los efectivos del Cicpc no se explican cómo los miembros de la banda portan armas de ese calibre. "Estamos investigando la procedencia de las armas de guerra, porque para nosotros es casi imposible sostener un enfrentamiento con grupos vandálicos que utilizan alto calibre para repelernos", dijo un efectivo.
Mientras tanto, cerca de tres mil personas que conviven con el alto índice de inseguridad en los diferentes sectores de La Vega claman porque los cuerpos policiales unan esfuerzos y logren neutralizar la banda que, sin duda, sigue imponiéndose por su gran poder de fuego.
Los mismos residentes dicen vivir en un "barrio sin ley", pues los asaltos y homicidios forman parte de su cotidianidad.
Sin embargo, deben lidiar con los maleantes y soportar sus acciones para evitar represalias. "Aquí no podemos denunciar a nadie, porque corremos peligro si se enteran. Es mejor mantenerse resguardado en sus casas", comenta una vecina que ha sido testigo de diversos delitos.
Para los organismos de seguridad tener que ingresar a La Vega significa "armarse de valor y estar dispuesto a todo", pues la noche del pasado martes, durante un operativo que intentaron llevar a cabo en la localidad para capturar a uno de los delincuentes más buscados, fueron repelidos por integrantes de la banda, que utilizaron armas largas con miras telescópicas.
Los primeros 15 funcionarios del Cicpc que ingresaron al sector San Rafael se desplegaron en la zona, tras la pista de un sujeto conocido como "Ojo de Vidrio". Allí fueron recibidos a tiros de manera sorpresiva.
Pese a la respuesta de los uniformados, no lograron controlar a los maleantes. Más de 80 efectivos -entre Policaracas, PM y Cicpc- llegaron al lugar para reforzar el operativo, pero tampoco pudieron neutralizar a los hampones que no dejaban de accionar sus rifles, los FAL y hasta armas automáticas.
Un efectivo del Cicpc resultó herido, lo que obligó a los policías a retirarse del lugar y culminar con los 25 minutos de intensa batalla. La contienda quedó a favor de la banda local, y los residentes pudieron dormir tranquilos esa noche.
Aún los efectivos del Cicpc no se explican cómo los miembros de la banda portan armas de ese calibre. "Estamos investigando la procedencia de las armas de guerra, porque para nosotros es casi imposible sostener un enfrentamiento con grupos vandálicos que utilizan alto calibre para repelernos", dijo un efectivo.
Mientras tanto, cerca de tres mil personas que conviven con el alto índice de inseguridad en los diferentes sectores de La Vega claman porque los cuerpos policiales unan esfuerzos y logren neutralizar la banda que, sin duda, sigue imponiéndose por su gran poder de fuego.
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