Uno de los testigos fue un niño de ocho años, hermano de la víctima
Los familiares no quisieron dar declaraciones a la prensa (Eduardo Fuentes)
Las patadas fueron tan fuertes que lograron derribar la puerta de la casa. A la una de la mañana, el ruido de los golpes despertó a todos los de la casa y a varios vecinos también.
Eran cuatro los encapuchados que irrumpían. Pero sólo dos entraron a buscar su objetivo. Los otros cuidaban la puerta. Llegaron directo hasta el cuarto de Carlos Gregorio Vázquez, de 20 años. Allí lo acribillaron. Sobre su cama recibió por lo menos 16 tiros. Su hermano Carlos Javier Vázquez, de 21 años, con quien compartía la habitación, también resultó herido: una bala lo alcanzó en la espalda.
El miércoles, desde temprano, explicaron algunos vecinos, pues la familia se negó a conversar de lo ocurrido mientras esperaban el cuerpo en la morgue de Bello Monte, una persona apodada "el Niño" se dejó ver por los predios de la casa -callejón Bolívar, en Carapita- buscándolo. Ambos se cruzaron y ante las amenazas de "el Niño", Carlos Gregorio sólo alcanzó a responderle: "Me irás a ganar de pistola, porque yo no uso eso".
Todo pareció quedar así hasta la madrugada, cuando los encapuchados arremetieron. Luego de asesinar a Carlos Gregorio dentro de su cuarto y frente a Carlos Javier y a otro de sus hermanos, de ocho años, comenzaron a amenazar a toda la familia. En total eran 12 personas: cuatro recién nacidos, el pequeño de ocho años, tres mujeres, los dos hermanos y el patriarca.
La madre de Carlos Gregorio se desmayó en medio del tiroteo. A su esposo, con los morochos recién nacidos en brazos, lo amenazaron con matarlos a los tres si denunciaban aquello. Luego, los cuatro encapuchados se fueron de la misma forma como llegaron, en un rústico que se usa en la ruta troncal, según dijeron algunos moradores que vieron todo.
Según explicaron algunos allegados, el problema entre la familia de Carlos Gregorio y "el Niño" comenzó el martes. Ese día, el hampón discutía con otro hermano de Carlos Gregorio, que tiene 16 años. Al parecer, todo por una moto.
En medio de la pelea, llegó Carlos Gregorio a reclamarle a "el Niño" y el hombre le advirtió que aquello no era con él, sino con el adolescente. Carlos Gregorio le gritó que también era con él porque ese jovencito era su hermano. mii
Eran cuatro los encapuchados que irrumpían. Pero sólo dos entraron a buscar su objetivo. Los otros cuidaban la puerta. Llegaron directo hasta el cuarto de Carlos Gregorio Vázquez, de 20 años. Allí lo acribillaron. Sobre su cama recibió por lo menos 16 tiros. Su hermano Carlos Javier Vázquez, de 21 años, con quien compartía la habitación, también resultó herido: una bala lo alcanzó en la espalda.
El miércoles, desde temprano, explicaron algunos vecinos, pues la familia se negó a conversar de lo ocurrido mientras esperaban el cuerpo en la morgue de Bello Monte, una persona apodada "el Niño" se dejó ver por los predios de la casa -callejón Bolívar, en Carapita- buscándolo. Ambos se cruzaron y ante las amenazas de "el Niño", Carlos Gregorio sólo alcanzó a responderle: "Me irás a ganar de pistola, porque yo no uso eso".
Todo pareció quedar así hasta la madrugada, cuando los encapuchados arremetieron. Luego de asesinar a Carlos Gregorio dentro de su cuarto y frente a Carlos Javier y a otro de sus hermanos, de ocho años, comenzaron a amenazar a toda la familia. En total eran 12 personas: cuatro recién nacidos, el pequeño de ocho años, tres mujeres, los dos hermanos y el patriarca.
La madre de Carlos Gregorio se desmayó en medio del tiroteo. A su esposo, con los morochos recién nacidos en brazos, lo amenazaron con matarlos a los tres si denunciaban aquello. Luego, los cuatro encapuchados se fueron de la misma forma como llegaron, en un rústico que se usa en la ruta troncal, según dijeron algunos moradores que vieron todo.
Según explicaron algunos allegados, el problema entre la familia de Carlos Gregorio y "el Niño" comenzó el martes. Ese día, el hampón discutía con otro hermano de Carlos Gregorio, que tiene 16 años. Al parecer, todo por una moto.
En medio de la pelea, llegó Carlos Gregorio a reclamarle a "el Niño" y el hombre le advirtió que aquello no era con él, sino con el adolescente. Carlos Gregorio le gritó que también era con él porque ese jovencito era su hermano. mii
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