De viernes a domingo se registraron 31 homicidios en Caracas, según Cicpc
Los familiares de Leonard no hablaron con la prensa (Fernando Sánchez)
El saludo entre ambos fue cordial. Leonard Villa Polo, cuando vio acercarse a "Leto" en moto, le levantó la mano y le dijo: "Epa "Leto", ¿cómo va la cosa? y ¿esa bicha qué?", refiriéndose al arma que llevaba enfundada en la cintura.
"Leto", un peligroso hampón de Caucagüita, le respondió el saludo, mientras disminuía la velocidad de la moto: "es que hay que andar encintado". Luego ambos sonrieron. Estaban en la calle Bolívar de Turumo, en Caucagüita, en la bajada hacia El Chorrito.
"Leto" aceleró su moto y siguió su recorrido hacia El Chorrito, Leonard regresó a componer la batería de su carro. Eran las 4:30 de la tarde del sábado.
Leonard estaba en casa de un amigo cuando se dispuso a salir; el carro -un Ford Fiesta- no encendió. Él lo rodó, y tampoco funcionó el truco. ¨Por eso, abrió el capó y comenzó a desmontar la batería. Justo en ese momento pasó "Leto".
Al poco rato de que Leonard regresara a sus labores, "Leto" regresó, pero esta vez acompañado. Un hombre iba de parrillero en la moto. Cuando llegaron justo hasta donde estaba Leonard, el acompañante de "Leto" levantó el arma que llevaba empuñada y le disparó a Leonard un tiro directo a la cabeza. Luego otros tres, repartidos en distintas partes del cuerpo, y huyeron.
Leonard murió inmediatamente. Sin embargo, el amigo a quien él visitaba salió al escuchar el tiroteo y al verlo en el piso, sangrando, se lo llevó hasta el hospital Domingo Luciani. Pero Leonard ya había muerto.
Según se pudo conocer extraoficialmente, sin confirmación de alguno de los familiares o amigos -quienes no quisieron hablar- al muchacho lo mataron porque hacía unos meses había tenido problemas con una mujer. Creen que por eso lo acribillaron de esa manera.
Según se pudo conocer, Leonard y su familia (hermanos, padres, esposa e hijos) se iban pronto a vivir a Colombia. Las razones por las cuales tomaron esa decisión no fue explicada.
Los deudos de Leonard se lamentaban profundamente por lo ocurrido. Y aunque no ofrecieron declaraciones de ningún tipo a la prensa, se les pudo escuchar cuando entre ellos reprochaban que Leonard no le había hecho caso a tiempo a su padrino de santería.
Y es que a Leonard hacía tres semanas se le había reventado uno de sus collares de protección. Su padrino le había dicho que aquello era un aviso, que debía irse de Venezuela lo más pronto posible, pues su vida corría peligro. Irse estaba en sus planes, pero no le dio tiempo.
Leonard fue de las 31 personas que fueron asesinadas en Caracas desde las 8:00 de la mañana del viernes hasta la misma hora del sábado. Y fue también de los 343 ingresos que desde el 1 de diciembre hasta el domingo en la mañana quedaron registrados en el libro de la Coordinación de Ciencias Forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Esa cifra reúne, además de los muertos de Caracas, los de Miranda y Vargas, por el colapso de las morgues de esas zonas.
Según explicaron fuentes de la misma medicatura, pero de forma extraoficial, Leonard pertenece además a 80% de los 343 ingresos, que fueron los que fallecieron asesinados. mii
"Leto", un peligroso hampón de Caucagüita, le respondió el saludo, mientras disminuía la velocidad de la moto: "es que hay que andar encintado". Luego ambos sonrieron. Estaban en la calle Bolívar de Turumo, en Caucagüita, en la bajada hacia El Chorrito.
"Leto" aceleró su moto y siguió su recorrido hacia El Chorrito, Leonard regresó a componer la batería de su carro. Eran las 4:30 de la tarde del sábado.
Leonard estaba en casa de un amigo cuando se dispuso a salir; el carro -un Ford Fiesta- no encendió. Él lo rodó, y tampoco funcionó el truco. ¨Por eso, abrió el capó y comenzó a desmontar la batería. Justo en ese momento pasó "Leto".
Al poco rato de que Leonard regresara a sus labores, "Leto" regresó, pero esta vez acompañado. Un hombre iba de parrillero en la moto. Cuando llegaron justo hasta donde estaba Leonard, el acompañante de "Leto" levantó el arma que llevaba empuñada y le disparó a Leonard un tiro directo a la cabeza. Luego otros tres, repartidos en distintas partes del cuerpo, y huyeron.
Leonard murió inmediatamente. Sin embargo, el amigo a quien él visitaba salió al escuchar el tiroteo y al verlo en el piso, sangrando, se lo llevó hasta el hospital Domingo Luciani. Pero Leonard ya había muerto.
Según se pudo conocer extraoficialmente, sin confirmación de alguno de los familiares o amigos -quienes no quisieron hablar- al muchacho lo mataron porque hacía unos meses había tenido problemas con una mujer. Creen que por eso lo acribillaron de esa manera.
Según se pudo conocer, Leonard y su familia (hermanos, padres, esposa e hijos) se iban pronto a vivir a Colombia. Las razones por las cuales tomaron esa decisión no fue explicada.
Los deudos de Leonard se lamentaban profundamente por lo ocurrido. Y aunque no ofrecieron declaraciones de ningún tipo a la prensa, se les pudo escuchar cuando entre ellos reprochaban que Leonard no le había hecho caso a tiempo a su padrino de santería.
Y es que a Leonard hacía tres semanas se le había reventado uno de sus collares de protección. Su padrino le había dicho que aquello era un aviso, que debía irse de Venezuela lo más pronto posible, pues su vida corría peligro. Irse estaba en sus planes, pero no le dio tiempo.
Leonard fue de las 31 personas que fueron asesinadas en Caracas desde las 8:00 de la mañana del viernes hasta la misma hora del sábado. Y fue también de los 343 ingresos que desde el 1 de diciembre hasta el domingo en la mañana quedaron registrados en el libro de la Coordinación de Ciencias Forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Esa cifra reúne, además de los muertos de Caracas, los de Miranda y Vargas, por el colapso de las morgues de esas zonas.
Según explicaron fuentes de la misma medicatura, pero de forma extraoficial, Leonard pertenece además a 80% de los 343 ingresos, que fueron los que fallecieron asesinados. mii
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