Las autoridades presumen que el móvil del crimen es una venganza
Rufina Fernández dijo desconsolada que la inseguridad la vive a diario porque labora en el hospital de El Llanito (Fernando Sánchez)
Dos estudiantes universitarios que residían en Petare fueron asesinados dentro de un vehículo y sus cuerpos fueron localizados en la urbanización Montalbán.
El hallazgo fue realizado por los vecinos del sector Juan Pablo II al percatarse de la presencia de un vehículo sospechoso. A las 8:45 de la noche del pasado jueves los moradores observaron que en el interior de un vehículo Ford, modelo Fiesta Power, yacían los cuerpos de dos jóvenes.
Los vecinos observaron a un sujeto que descendió del auto y se marchó a pie. Minutos después llegaron los detectives del Cicpc para confirmar los decesos de Edinson Soto y Darwin José Campos de 24 y 32 años de edad respectivamente. Ambos presentaron disparos en la cabeza. Eran vecinos, amigos y además compañeros de estudios en el Instituto Universitario Tecnológico Rodolfo Loero Arismendi (Iutirla).
Los detectives sostienen que los jóvenes fueron asesinados en algún sector de la capital y posteriormente sus cuerpos los liberaron en Montalbán para despistar las investigaciones. Las pesquisas se encaminan a determinar el móvil del doble crimen. Trascendió que el que cobra mayor fuerza es la venganza.
Ninguno de los agraviados posee bienes de fortuna. Residían en el barrio La Dolorita de Petare.
A los funcionarios les llama la atención que las víctimas fueron abandonadas en una urbanización que posee vigilancia privada y además está cerrada.
Consternación familiar A la morgue de Bello Monte acudieron los familiares de los jóvenes para reclamar sus cuerpos. La señora Rufina Fernández, madre del estudiante Edinson Soto, dijo que se enteró del asesinato porque las autoridades llamaron a la novia de su hijo al localizar su móvil celular.
"Mi hijo era bello y una excelente persona. Estudiaba quinto semestre de la carrera de informática. No es justo que me lo hayan matado de esa manera", expresó.
El joven era miembro de una familia conformada por dos hermanos. "Ahora me queda una hembra. Aquí hay mucha inseguridad y yo lo vivo a diario porque trabajo como camarera en el hospital de El Llanito. No sé que decir. La cabeza de la muchas vueltas".
La mujer, quien era consolada por una comadre, señaló que prefiere sepultar a su hijo sin realizarle el acostumbrado velorio. "Prefiero recordarlo bonito y no vivir esa pesadilla durante 24 horas. Es lo mejor para mi y creo que él está de acuerdo conmigo". Dijo desconocer a la persona que acompañaba a su hijo, a pesar de ser vecinos.
Damaris Pernía, esposa de Darwin José Campos, también acudió a la morgue para encargarse de los trámites legales para su inhumación.
Señaló que su esposo acostumbraba salir las noches de cada jueves, acompañado de Soto, a los centros nocturnos situados en la urbanización las Mercedes. Sospecha que algunos delincuentes pudieron haberlos secuestrados con el propósito de robarlos.
Campos dejó huérfanos a dos hijos. Sus parientes aseguran que además era comerciante porque remataba caballos en un sector de Petare. Aclaró que en la actualidad se encontraba separada del padre de sus hijos.
La señora Pernía dijo que los vecinos de Montalbán observaron cuando un sujeto sacaba algunos bolsos del auto que era propiedad de Campos. Los detectives de la División contra Homicidios ordenaron realizar experticias en el interior del automóvil para tratar de localizar rastros que les permitan identificar a los homicidas.
El hallazgo fue realizado por los vecinos del sector Juan Pablo II al percatarse de la presencia de un vehículo sospechoso. A las 8:45 de la noche del pasado jueves los moradores observaron que en el interior de un vehículo Ford, modelo Fiesta Power, yacían los cuerpos de dos jóvenes.
Los vecinos observaron a un sujeto que descendió del auto y se marchó a pie. Minutos después llegaron los detectives del Cicpc para confirmar los decesos de Edinson Soto y Darwin José Campos de 24 y 32 años de edad respectivamente. Ambos presentaron disparos en la cabeza. Eran vecinos, amigos y además compañeros de estudios en el Instituto Universitario Tecnológico Rodolfo Loero Arismendi (Iutirla).
Los detectives sostienen que los jóvenes fueron asesinados en algún sector de la capital y posteriormente sus cuerpos los liberaron en Montalbán para despistar las investigaciones. Las pesquisas se encaminan a determinar el móvil del doble crimen. Trascendió que el que cobra mayor fuerza es la venganza.
Ninguno de los agraviados posee bienes de fortuna. Residían en el barrio La Dolorita de Petare.
A los funcionarios les llama la atención que las víctimas fueron abandonadas en una urbanización que posee vigilancia privada y además está cerrada.
Consternación familiar A la morgue de Bello Monte acudieron los familiares de los jóvenes para reclamar sus cuerpos. La señora Rufina Fernández, madre del estudiante Edinson Soto, dijo que se enteró del asesinato porque las autoridades llamaron a la novia de su hijo al localizar su móvil celular.
"Mi hijo era bello y una excelente persona. Estudiaba quinto semestre de la carrera de informática. No es justo que me lo hayan matado de esa manera", expresó.
El joven era miembro de una familia conformada por dos hermanos. "Ahora me queda una hembra. Aquí hay mucha inseguridad y yo lo vivo a diario porque trabajo como camarera en el hospital de El Llanito. No sé que decir. La cabeza de la muchas vueltas".
La mujer, quien era consolada por una comadre, señaló que prefiere sepultar a su hijo sin realizarle el acostumbrado velorio. "Prefiero recordarlo bonito y no vivir esa pesadilla durante 24 horas. Es lo mejor para mi y creo que él está de acuerdo conmigo". Dijo desconocer a la persona que acompañaba a su hijo, a pesar de ser vecinos.
Damaris Pernía, esposa de Darwin José Campos, también acudió a la morgue para encargarse de los trámites legales para su inhumación.
Señaló que su esposo acostumbraba salir las noches de cada jueves, acompañado de Soto, a los centros nocturnos situados en la urbanización las Mercedes. Sospecha que algunos delincuentes pudieron haberlos secuestrados con el propósito de robarlos.
Campos dejó huérfanos a dos hijos. Sus parientes aseguran que además era comerciante porque remataba caballos en un sector de Petare. Aclaró que en la actualidad se encontraba separada del padre de sus hijos.
La señora Pernía dijo que los vecinos de Montalbán observaron cuando un sujeto sacaba algunos bolsos del auto que era propiedad de Campos. Los detectives de la División contra Homicidios ordenaron realizar experticias en el interior del automóvil para tratar de localizar rastros que les permitan identificar a los homicidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario