Un distinguido murió junto a un antisocial que portaba una pistola "envenenada"
La avenida Casanova quedó llena de conchas de balas (Paulo Pérez Zambrano)
Tres funcionarios de la Policía Metropolitana que se encontraban en el Puesto de Control Policial de la número ocho de la avenida Casanova fueron acribillados a tiros por dos sujetos que que salían de un local nocturno, donde se celebraba la noche de Halloween.
En el tiroteo ocurrido, cerca de las cinco de la mañana, entre las calles San Antonio y El Colegio resultó muerto el distinguido Bily Joel Sánchez, de 28 años de edad, quien estaba adscrito a la comisaría Andrés Bello y destacado en el módulo de la torre de La Previsora. Fue ingresado sin signos vitales a la clínica Santiago de León de la avenida Libertador.
A ese mismo centro asistencial trasladaron al agente Wilian Antonio Campos Guzmán, de 23 años, quien presentó tres disparos en diferentes partes del cuerpo. A la clínica La Arboleda trasladaron al agente Angel David Beltrán Escobar, de 27 años. El uniformado presentó tres heridas producidas por proyectiles.
Guerra desproporcionada
Los testigos que se encontraban en la avenida Casanova dijeron que los dos policías que lograron sobrevivir a la masacre se ocultaron detrás de un quiosco. En la huida hirieron mortalmente a un sujeto, identificado como Carlos Eduardo Aguilera, de 21 años de edad. El crimimal, quien portaba una pistola Glock, modelo 17, con selector de tiro y un cargador extralargo para 32, correteó a los uniformados que estaban provistos de revólveres calibre 38. El homicida fue ingresado al hospital de Lídice donde certificaron su deceso. Trascendió que estaba residenciado en la Cota 905. Su cómplice logró huir de la zona.
Al lugar del suceso arribaron comisiones de distintos organismos para iniciar las investigaciones. La avenida Casanova, plagada por conchas de proyectiles, tuvo que ser cerrada mientras colectaban evidencias.
Los compañeros del policía asesinado se quejaron por las condiciones en que laboran, ya que los delincuentes los superan en poder de fuego. Aseguraron que los obligan a permanecer en las alcabalas sin una moto para perseguir a los delincuentes. La Zona 6 de la PM dispone apenas de 6 patrullas y 12 motos.
En el tiroteo ocurrido, cerca de las cinco de la mañana, entre las calles San Antonio y El Colegio resultó muerto el distinguido Bily Joel Sánchez, de 28 años de edad, quien estaba adscrito a la comisaría Andrés Bello y destacado en el módulo de la torre de La Previsora. Fue ingresado sin signos vitales a la clínica Santiago de León de la avenida Libertador.
A ese mismo centro asistencial trasladaron al agente Wilian Antonio Campos Guzmán, de 23 años, quien presentó tres disparos en diferentes partes del cuerpo. A la clínica La Arboleda trasladaron al agente Angel David Beltrán Escobar, de 27 años. El uniformado presentó tres heridas producidas por proyectiles.
Guerra desproporcionada
Los testigos que se encontraban en la avenida Casanova dijeron que los dos policías que lograron sobrevivir a la masacre se ocultaron detrás de un quiosco. En la huida hirieron mortalmente a un sujeto, identificado como Carlos Eduardo Aguilera, de 21 años de edad. El crimimal, quien portaba una pistola Glock, modelo 17, con selector de tiro y un cargador extralargo para 32, correteó a los uniformados que estaban provistos de revólveres calibre 38. El homicida fue ingresado al hospital de Lídice donde certificaron su deceso. Trascendió que estaba residenciado en la Cota 905. Su cómplice logró huir de la zona.
Al lugar del suceso arribaron comisiones de distintos organismos para iniciar las investigaciones. La avenida Casanova, plagada por conchas de proyectiles, tuvo que ser cerrada mientras colectaban evidencias.
Los compañeros del policía asesinado se quejaron por las condiciones en que laboran, ya que los delincuentes los superan en poder de fuego. Aseguraron que los obligan a permanecer en las alcabalas sin una moto para perseguir a los delincuentes. La Zona 6 de la PM dispone apenas de 6 patrullas y 12 motos.
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