El disip fue atacado cuando esperaba a la hija del rector para llevarla a la playa
El cadáver del escolta quedó a un lado de la camioneta que le pretendieron robar los delincuentes(Paulo Pérez Zambrano)
Un funcionario de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), quien laboraba como escolta de un rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), fue asesinado en horas de la mañana del domingo por sujetos que intentaban despojarlo de la camioneta que tripulaba.
A las siete de la mañana, vecinos de la calle Valparaíso oyeron una detonación y luego confirmaron que a las puertas de un edificio se hallaba el hombre moribundo. El cuerpo quedó tendido sobre la acera próxima a las residencias Viena.
La camioneta que conducía la víctima, una Ford modelo Explorer de color azul, placas WAD-55X, quedó con las dos puertas izquierdas abiertas. Media hora más tarde llegaron las comisiones de la Policía Metropolitana para certificar que el funcionario había fallecido. Un proyectil le interesó la región orbital izquierda. A un lado del cadáver se encontró una pistola Pietro Beretta con el sello de la Disip. El radio de la camioneta estaba encendido.
Posteriormente llegó al sitio el rector suplente del CNE, Luis Manuel Salamanca Pérez. Conducía un auto Chrysler Neon de color azul, placas AEB49G. El funcionario confirmó que se trataba de su escolta y les informó a los uniformados que le había solicitado que fuera a buscar a su hija, quien reside en El Paraíso, para que la llevara a pasar un domingo en la playa.
Los vecinos dijeron que la joven había llegado minutos antes de una fiesta y que su escolta la esperaba para salir de nuevo. Moradores de la calle señalaron haber observado a una pareja de motorizados cuando se marchaba a toda velocidad. Detectives de la Subdelegación El Paraíso inciaron las investigaciones del caso.
Calles cerradas
Los residentes de la calle Valparaíso aseguran estar cansados de tanta inseguridad porque cada semana se registra un promedio de cuatro robos. La mayoría de los eventos de naturaleza delictiva se limita a los arrebatones, pero les preocupa los robos a vehículos. "Esta calle la mandamos a cerrar por el ladronismo y ahora estamos hablando con la Alcaldía de Libertador para cerrarla toda. Hay un motorizado que se dedica a robar carteras y la gente ya hasta lo conocen", dijo Dino Ferreira, habitante del edificio Valparaíso.
Annel Vargas aseguró que en la calle que comunica con la clínica Loira existe una banda de motorizados que se dedica a robar a los pacientes que dejan sus autos aparcados en las calles. "Con pistolas los roban y no hay un policía que los enfrente. Hemos pasado cartas, hemos cerrado la calle. Nos falta hacer una protesta en plena avenida".
Otros vecinos afirman que los locales situados a lo largo de la avenida Páez suelen ser asaltados, sobre todo en horas de la noche. Afirmaron que la cauchera ubicada al principio de la calle es "visitada" con frecuencia por los delincuentes.
Los lugareños sostienen que clausurar las calles no ha dado buenos resultados, sobre todo porque falta patrullaje.
A las siete de la mañana, vecinos de la calle Valparaíso oyeron una detonación y luego confirmaron que a las puertas de un edificio se hallaba el hombre moribundo. El cuerpo quedó tendido sobre la acera próxima a las residencias Viena.
La camioneta que conducía la víctima, una Ford modelo Explorer de color azul, placas WAD-55X, quedó con las dos puertas izquierdas abiertas. Media hora más tarde llegaron las comisiones de la Policía Metropolitana para certificar que el funcionario había fallecido. Un proyectil le interesó la región orbital izquierda. A un lado del cadáver se encontró una pistola Pietro Beretta con el sello de la Disip. El radio de la camioneta estaba encendido.
Posteriormente llegó al sitio el rector suplente del CNE, Luis Manuel Salamanca Pérez. Conducía un auto Chrysler Neon de color azul, placas AEB49G. El funcionario confirmó que se trataba de su escolta y les informó a los uniformados que le había solicitado que fuera a buscar a su hija, quien reside en El Paraíso, para que la llevara a pasar un domingo en la playa.
Los vecinos dijeron que la joven había llegado minutos antes de una fiesta y que su escolta la esperaba para salir de nuevo. Moradores de la calle señalaron haber observado a una pareja de motorizados cuando se marchaba a toda velocidad. Detectives de la Subdelegación El Paraíso inciaron las investigaciones del caso.
Calles cerradas
Los residentes de la calle Valparaíso aseguran estar cansados de tanta inseguridad porque cada semana se registra un promedio de cuatro robos. La mayoría de los eventos de naturaleza delictiva se limita a los arrebatones, pero les preocupa los robos a vehículos. "Esta calle la mandamos a cerrar por el ladronismo y ahora estamos hablando con la Alcaldía de Libertador para cerrarla toda. Hay un motorizado que se dedica a robar carteras y la gente ya hasta lo conocen", dijo Dino Ferreira, habitante del edificio Valparaíso.
Annel Vargas aseguró que en la calle que comunica con la clínica Loira existe una banda de motorizados que se dedica a robar a los pacientes que dejan sus autos aparcados en las calles. "Con pistolas los roban y no hay un policía que los enfrente. Hemos pasado cartas, hemos cerrado la calle. Nos falta hacer una protesta en plena avenida".
Otros vecinos afirman que los locales situados a lo largo de la avenida Páez suelen ser asaltados, sobre todo en horas de la noche. Afirmaron que la cauchera ubicada al principio de la calle es "visitada" con frecuencia por los delincuentes.
Los lugareños sostienen que clausurar las calles no ha dado buenos resultados, sobre todo porque falta patrullaje.
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