Detienen a cuatro delincuentes que raptaron a sus compinches por deudas de robo y drogas
Delincuentes secuestrados por delincuentes. Así son los dos raptos resueltos por la Policía Nacional y la Policía Local en Alicante y Valencia. Amos casos están unidos por un nexo común: los ajustes de cuentas, deudas no saldadas relacionadas con el robo y las drogas. Como los afectados no pueden acudir a la justicia, los propios maleantes se la toman por su cuenta. Y lo hacen con sus propios códigos: violencia y extorsiones brutales.
Tanto como cortar una oreja "u otro miembro corporal" para enviarlos a la familia de la víctima. Esa fue, según fuentes policiales, la amenaza que sufrió un moldavo que fue secuestrado por un grupo de delincuentes en la calle Carratalá de Alicante.
Según las averiguaciones de la Policía Nacional, el motivo del secuestro es que, según sus captores, se había apropiado de dinero y joyas procedentes de un robo por un importe superior a 80.000 euros.
Delincuentes secuestrados por delincuentes. Así son los dos raptos resueltos por la Policía Nacional y la Policía Local en Alicante y Valencia. Amos casos están unidos por un nexo común: los ajustes de cuentas, deudas no saldadas relacionadas con el robo y las drogas. Como los afectados no pueden acudir a la justicia, los propios maleantes se la toman por su cuenta. Y lo hacen con sus propios códigos: violencia y extorsiones brutales.
Tanto como cortar una oreja "u otro miembro corporal" para enviarlos a la familia de la víctima. Esa fue, según fuentes policiales, la amenaza que sufrió un moldavo que fue secuestrado por un grupo de delincuentes en la calle Carratalá de Alicante.
Según las averiguaciones de la Policía Nacional, el motivo del secuestro es que, según sus captores, se había apropiado de dinero y joyas procedentes de un robo por un importe superior a 80.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron el pasado 7 de noviembre, después de que la policía recibiera varias llamadas desde Moldavia realizadas por familiares de la víctima. Los secuestradores exigían el pago de una deuda que la víctima había contraído con ellos por un valor de 15.000 euros. Este dinero formaba parte del botín y el moldavo era el depositario.
Los secuestradores solicitaron, en primer lugar, un anticipo en metálico que debía pagarse en Moldavia. Dijeron que el resto podía hacerse efectivo "mediante entrega de algún título de propiedades de bienes inmuebles", manifestaron desde la Policía Nacional.
Los días 10 y 11 de noviembre se produjeron los primeros contactos de los secuestradores con los familiares de la víctima. Recibieron varias llamadas realizadas por personas diferentes, desde Alicante y Madrid. Tras varias investigaciones, los agentes localizaron el inmueble donde se encontraba el secuestrado, por lo que establecieron un dispositivo para liberarlo. Los agentes arrestaron a cinco secuestradores.
Algo parecido ocurrió en Valencia. Poco antes de las siete de la tarde del jueves, una patrulla que se encontraba en la avenida Campanar fue requerida por una persona. Manifestó que su primo se encontraba retenido en contra de su voluntad por dos personas.
El hombre les facilitó a los agentes la descripción física de la víctima e indicó el lugar donde estaba. Una vez allí, los policías encontraron a tres personas. Una de ellas coincidía plenamente con la descripción ofrecida por el familiar. Los agentes se acercaron hasta él para preguntarle. En un principio manifestó que no pasaba nada, pero luego reconoció los hechos.
Reconoció que las dos personas que estaban con él lo habían abordado cuando iba hacia su casa en su vehículo. Uno de los secuestradores le obligó a introducirse en el asiento del copiloto, mientras el segundo delincuente les seguía en otro vehículo. Durante el trayecto le amenazaron de muerte y le exigieron 9.000 euros, por lo que la víctima solicitó ayuda a su primo. Una vez identificados los dos presuntos secuestradores, la víctima confesó a los agentes los motivos por los que había sido retenido.
Custodia de cocaína
Semanas atrás, sus captores le habían propuesto custodiar un paquete con 250 gramos de cocaína a cambio de dinero hasta que se lo reclamaran. Tras aceptar la propuesta y mientras transportaba el paquete, se encontró con dos patrullas de la Policía Local que estaban realizando un control. Al asustarse, se deshizo del paquete, lo arrojó a un descampado y se ocultó en su domicilio hasta el día del secuestro.
Los agentes realizaron un cacheo superficial a los presuntos secuestradores y encontraron ocultos 1.500 euros y 33.7 gramos de hachís. Ante estos hechos fueron arrestados O. M. R. P., de 39 años de edad y natural de Valencia , y J. G. C., un alicantino de 42 años.
Los secuestradores solicitaron, en primer lugar, un anticipo en metálico que debía pagarse en Moldavia. Dijeron que el resto podía hacerse efectivo "mediante entrega de algún título de propiedades de bienes inmuebles", manifestaron desde la Policía Nacional.
Los días 10 y 11 de noviembre se produjeron los primeros contactos de los secuestradores con los familiares de la víctima. Recibieron varias llamadas realizadas por personas diferentes, desde Alicante y Madrid. Tras varias investigaciones, los agentes localizaron el inmueble donde se encontraba el secuestrado, por lo que establecieron un dispositivo para liberarlo. Los agentes arrestaron a cinco secuestradores.
Algo parecido ocurrió en Valencia. Poco antes de las siete de la tarde del jueves, una patrulla que se encontraba en la avenida Campanar fue requerida por una persona. Manifestó que su primo se encontraba retenido en contra de su voluntad por dos personas.
El hombre les facilitó a los agentes la descripción física de la víctima e indicó el lugar donde estaba. Una vez allí, los policías encontraron a tres personas. Una de ellas coincidía plenamente con la descripción ofrecida por el familiar. Los agentes se acercaron hasta él para preguntarle. En un principio manifestó que no pasaba nada, pero luego reconoció los hechos.
Reconoció que las dos personas que estaban con él lo habían abordado cuando iba hacia su casa en su vehículo. Uno de los secuestradores le obligó a introducirse en el asiento del copiloto, mientras el segundo delincuente les seguía en otro vehículo. Durante el trayecto le amenazaron de muerte y le exigieron 9.000 euros, por lo que la víctima solicitó ayuda a su primo. Una vez identificados los dos presuntos secuestradores, la víctima confesó a los agentes los motivos por los que había sido retenido.
Custodia de cocaína
Semanas atrás, sus captores le habían propuesto custodiar un paquete con 250 gramos de cocaína a cambio de dinero hasta que se lo reclamaran. Tras aceptar la propuesta y mientras transportaba el paquete, se encontró con dos patrullas de la Policía Local que estaban realizando un control. Al asustarse, se deshizo del paquete, lo arrojó a un descampado y se ocultó en su domicilio hasta el día del secuestro.
Los agentes realizaron un cacheo superficial a los presuntos secuestradores y encontraron ocultos 1.500 euros y 33.7 gramos de hachís. Ante estos hechos fueron arrestados O. M. R. P., de 39 años de edad y natural de Valencia , y J. G. C., un alicantino de 42 años.
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