Los dos delincuentes maniataron con bridas a las dos empleadas y a un cliente
08.11.08 -

Los ertzainas que impidieron el atraco. / LUIS CALABOR
La rápida intervención de la Ertzaintza evitó ayer que dos delincuentes armados perpetraran un atraco en una sucursal de la BBK en la calle Islas Canarias del barrio bilbaíno de San Ignacio. Los asaltantes, armados con una pistola y un revólver, y uno de ellos encapuchado, amenazaron a las dos empleadas y tomaron como rehén a un cliente que entró en la oficina mientras la estaban reventando. El suceso se produjo cinco minutos antes de las dos de la tarde, justo antes de la hora de cierre. La caja de ahorros está ubicada en el interior de unos soportales en los bajos de un edificio de viviendas de reciente construcción.
Primero irrumpió en la sucursal uno de los asaltantes, que llevaba la cara descubierta para no despertar sospechas, según explicaron las cajeras. Después, encapuchado, apareció el segundo de los ladrones. Se trata de dos individuos de 45 años, toxicómanos y con antecedentes penales. Uno de ellos se había fugado de la prisión de Nanclares de la Oca el pasado día 30 tras disfrutar de un permiso penitenciario, indicó un portavoz de Interior. «Tenían muy mala pinta, parecían yonquis», describía ayer una vecina.
En el interior, encañonaron a las dos empleadas y les obligaron a que les entregaran el dinero de la caja fuerte y el de los cajeros automáticos. Las trabajadoras han recibido formación para afrontar situaciones similares, aunque, tras el incidente, se encontraban «pasadas», explicó un portavoz de la entidad. El cliente tuvo que ser evacuado por una ambulancia a un hospital, presa de un ataque de nervios, aunque a las pocas horas fue dado de alta.
La oficina dispone de distintos sistemas de seguridad, detectores, alarmas y otras «trampillas», alguna de los cuales se activó y alertó del atraco a la Ertzaintza. «Fueron unos diez minutos, aunque a ellos se les hizo eterno, hubo momentos de tensión, de muchos nervios, les tuvieron retenidos», señalaron desde la BBK.
Patada a la puerta
Una vez que tenían el botín, los delincuentes maniataron a las dos mujeres y al cliente con bridas, y se dispusieron a abandonar el local. Para entonces, unidades de la Ertzaintza, uniformadas y de paisano, les esperaban en la calle, ocultos tras las columnas del pórtico. Los atracadores se percataron de la presencia policial cuando estaban en la zona de cajeros e intentaron volver al interior de la caja, pero no pudieron. «Se escuchó como si dieran una patada contra la puerta, y gritos», indicaron ayer los propietarios de una tienda anexa. Según algunos testigos, en ese momento, los ertzainas entraron en la sucursal.
La noticia corrió como la pólvora hasta el punto de que se formó un corro de curiosos en un parque situado enfrente del banco, y había vecinos asomados a ventanas y balcones. «¡Túmbate en el suelo!», le gritó uno de los agentes al primer asaltante en salir. «Éste era el peor», se escuchó decir a uno de los policías de la Policía autonómica. El segundo atracador fue arrestado un cuarto de hora más tarde. Ambos iban armados y su reacción era imprevisible. Los ertzainas lograron reducir a los delincuentes, abortaron sus intenciones y recuperaron el dinero. Al registrar a los dos detenidos, hallaron algunos billetes entre las ropas.
La Ertzaintza investiga ahora la participación de estos dos individuos en otros robos violentos sin resolver cometidos en Bilbao y alrededores en las últimas semanas, indicó un portavoz de Interior.
Los clientes de una sidrería próxima presenciaron las detenciones en directo. Se levantaron y se acercaron a los ventanales. «Vimos a los ertzainas armados con escopetas que se escondían detrás de las columnas y alguien escuchó un tiro», explicaba ayer un camarero. Interior precisó que uno de los dos sospechosos realizó un disparo, aunque no hubo que lamentar heridos.
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