
Portar un carné de la Policía Metropolitana no es un privilegio exclusivo de funcionarios profesionales de carrera. Para muestra, Héctor Amado Serrano Abreu, miembro del “Frente Guerrillero Venceremos”, quien falleció el domingo 24 de febrero a las puertas de Fedecámaras tras la explosión de un niple. Él portaba una credencial con el rango de inspector, una chapa policial e incluso perteneció a las Redes de Inteligencia Social de la PM, según palabras del ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín. Pero el origen de estos documentos tiene su historia.
Cuando el 17 de abril de 2007 falleció Arquímedes Franco, presidente de la Fuerza Motorizada de Integración Comunitaria de Venezuela, sus seguidores creyeron que los planes se vendrían abajo. Pero no. El fallecido inspector de la Dirección de Inteligencia y Servicios Preventivos (Disip) les había dejado un camino andado en el tema de las Redes Nacionales de Inteligencia Social Comunitaria, un proyecto de su autoría.
Cuando Franco murió, estas organizaciones llevaban un año de funcionamiento, desde agosto de 2006 específicamente. Para entonces, una treintena de personas había realizado cursos de formación en seguridad y contraloría social con la Policía de Caracas (Policaracas) y otro tanto con la Alcaldía del municipio Libertador.
Numa Andrade y Eloy Berrio –dos beneficiarios– contaron a TalCual su experiencia el 15 de agosto del año pasado: “Vimos pura teoría sobre cómo detectar la delincuencia organizada y la droga en los barrios”, recordó el primero. “Con las redes encontramos en El Valle a los tipos que mataron a Franco”, aseguró el segundo.
Laminados
Desde hace cinco años Manuel Barrios (nombre cambiado) lleva en su cartera dos carnés: uno de comisionado de la PM y otro de la Disip. “Se nos dieron para hacer labores de inteligencia, cuidar desde que en Mercal no se acapare y que las misiones funcionen bien, hasta la detección de sujetos amenazantes para las comunidades; no para poner bombas o niples”.
Para poseerlo, debió consignar en la Dirección General del organismo de policía los mismos documentos que solicitan en cualquier empleo: “Currículo, fotos, tal cual como si fueras un funcionario público”. Así, obtuvo una credencial de manos del comisario de la dirección de investigaciones de la PM, Richard Contreras, firmada por el comandante general de este cuerpo, Manuel Ricardo Escalona Pérez.
Otros, cuenta Barrios, lo consiguieron a través de un curso de inteligencia social que promovió el diputado Reinaldo García: “El documento se los terminó dando la Alcaldía Mayor, pero todos estamos registrados en el comando de inteligencia de la PM”. Esta información la corroboró un funcionario de la división de investigaciones, que solicitó mantener su identidad en reserva: “Se les dio, pues la intención era poner a dos muchachos de estos en cada parroquia para que notificaran las novedades de sus sectores”.
El diputado García, por su parte, admite la realización de los cursos de desarrollo social para las comunidades, pero niega que se hayan otorgado documentos policiales al fin de las actividades formativas: “Los talleres se han dictado en diversos colectivos. Cualquier instancia podría promoverlos para fortalecer el trabajo”, explica. “Pero no soy quién para
No hay comentarios:
Publicar un comentario