El doble crimen ocurrió a cien metros de una alcabala móvil de la PM
Los cadáveres fueron llevados a la Medicatura Forense (Fernando Sánchez)
Los cadáveres carbonizados de dos personas que presentaban múltiples disparos fueron hallados en horas de la noche del pasado martes en la autopista Francisco Fajardo a la altura de la estación de servicios PDV, cerca de Caricuao.
El hallazgo fue realizado por usuarios de la arteria vial, quienes se percataron que un auto Toyota Corolla de color gris era consumido por las llamas. Minutos después llegaron al tramo vial funcionarios del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos y agentes de la Policía Metropolitana a atender el suceso.
Tras sofocar las llamas, confirmaron que en la parte posterior del vehículo, modelo 2002, placas MBF-57M, se encontraban dos cadáveres. Ambas víctimas se encontraban amordazadas y atadas de pies y manos con alambre. Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Bello Monte, donde intentarán identificarlos.
El hallazgo fue realizado por usuarios de la arteria vial, quienes se percataron que un auto Toyota Corolla de color gris era consumido por las llamas. Minutos después llegaron al tramo vial funcionarios del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos y agentes de la Policía Metropolitana a atender el suceso.
Tras sofocar las llamas, confirmaron que en la parte posterior del vehículo, modelo 2002, placas MBF-57M, se encontraban dos cadáveres. Ambas víctimas se encontraban amordazadas y atadas de pies y manos con alambre. Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Bello Monte, donde intentarán identificarlos.
Los detectives de la División contra Homicidios y de la Subdelegación de Caricuao adelantan las pesquisas iniciales. Las diligencias se encaminan a precisar el origen del auto donde fueron asesinados y quemados los dos hombres. Sin embargo, se sospecha que se trata de un vehículo robado.
Los patólogos, radiólogos y antropólogos forenses realizan peritajes con el propósito de establecer el sexo de las víctimas. Simultáneamente los funcionarios evalúan los archivos de personas denunciadas como desaparecidas. Algunos detectives piensan que los agraviados fueron secuestrados en algún sector de la ciudad y posteriormente los ejecutaron en el interior del auto.
Los investigadores realizan una encuesta en la zona y se entrevistaron con los trabajadores de la estación de servicios con la intención de hallar algún testigo que haya observado a los criminales cuando huían. Presumen que los criminales utilizaron otro vehículo para huir.
Les llama la atención que el doble asesinato fue cometido a cien metros de una alcabala móvil donde montaban guardia los funcionarios de la Policía Metropolitana. Los uniformados señalaron que escucharon las detonaciones, pero no lograron ver a los homicidas. Numerosas conchas de proyectiles fueron encontradas en ambos lados del auto. Por ello se presume que fueron dos los tiradores. Las conchas localizadas pertenecen a pistolas calibre 9 milímetros.
El auto incendiado es sometido a experticias para tratar de hallar evidencias que permitan incriminar a los responsables una vez que hayan sido identificados y detenidos.
Los homicidas habrían huido en sentido hacia Caricuao, Las Adjuntas o la carretera vieja Caracas-Los Teques. Los cadáveres quedaron completamente carbonizados. El esqueleto quedó expuesto, debido a las altas temperaturas que se concentraron dentro del vehículo.
Se estima que el objetivo de incendiar el auto fue borrar cualquier evidencia que permita identificar a los sujetos que cometieron el doble asesinato.
Ese tramo de la autopista Francisco Fajardo ha sido escenario de otros hechos delictivos. Los usuarios de la estación de servicio suelen ser víctimas de robos y asaltos, y en el resto del trayecto operan bandas de motorizados.
Los patólogos, radiólogos y antropólogos forenses realizan peritajes con el propósito de establecer el sexo de las víctimas. Simultáneamente los funcionarios evalúan los archivos de personas denunciadas como desaparecidas. Algunos detectives piensan que los agraviados fueron secuestrados en algún sector de la ciudad y posteriormente los ejecutaron en el interior del auto.
Los investigadores realizan una encuesta en la zona y se entrevistaron con los trabajadores de la estación de servicios con la intención de hallar algún testigo que haya observado a los criminales cuando huían. Presumen que los criminales utilizaron otro vehículo para huir.
Les llama la atención que el doble asesinato fue cometido a cien metros de una alcabala móvil donde montaban guardia los funcionarios de la Policía Metropolitana. Los uniformados señalaron que escucharon las detonaciones, pero no lograron ver a los homicidas. Numerosas conchas de proyectiles fueron encontradas en ambos lados del auto. Por ello se presume que fueron dos los tiradores. Las conchas localizadas pertenecen a pistolas calibre 9 milímetros.
El auto incendiado es sometido a experticias para tratar de hallar evidencias que permitan incriminar a los responsables una vez que hayan sido identificados y detenidos.
Los homicidas habrían huido en sentido hacia Caricuao, Las Adjuntas o la carretera vieja Caracas-Los Teques. Los cadáveres quedaron completamente carbonizados. El esqueleto quedó expuesto, debido a las altas temperaturas que se concentraron dentro del vehículo.
Se estima que el objetivo de incendiar el auto fue borrar cualquier evidencia que permita identificar a los sujetos que cometieron el doble asesinato.
Ese tramo de la autopista Francisco Fajardo ha sido escenario de otros hechos delictivos. Los usuarios de la estación de servicio suelen ser víctimas de robos y asaltos, y en el resto del trayecto operan bandas de motorizados.
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