Tres dobles homicidios se han registrado esta semana en Caricuao
La policía se desplegó para revisar la zona (Archivo)
Las dos ráfagas que se escucharon el jueves a las 11:04 de la noche en los predios de la parte alta del sector El Plan en el barrio El Ciprés, según recordaron los propios moradores, fueron muy cerradas.
Sucedieron tan rápido que que no tuvieron tiempo de darse cuenta si alguien pedía auxilio. Y como el silencio regresó tan rápido, los moradores decidieron no salir para conocer qué pudo haber ocurrido. En la mañana se enteraron.
Cuando uno de los vecinos se preparaba para ir a su trabajo vio que en la parte de atrás de su casa había un joven muerto.
Salió para averiguar y se dieron cuenta de que la puerta de la casa vecina estaba abierta. Entraron a preguntar y vieron que desde el escalón del baño quedaba el rastro, ya casi seco, de un grueso hilo de sangre que se empozó en la base de la escalinata. Adentro estaba, tendido boca abajo, otro muchacho.
De inmediato llamaron a los funcionarios del Cuepo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la zona y ellos, ya a las 10:05 de la mañana fijaban el sitio del suceso.
Sólo pudieron identificar a uno de los dos jóvenes asesinados, el que al intentar huir por una de las ventanas cayó malherido detrás de la casa de uno de los vecinos. Ése respondía al nombre de Juan Carlos Castillo Baute. Tenía 29 años, según la cédula que consiguieron y la boleta de excarce- lación.
El joven que quedó dentro de la casa no pudo ser identificado, los investigadores esperan los resultados de la necrodactilia. Y es que los moradores tampoco pudieron ayudar mucho, aseguraron que no los conocían. "Desde hace unas tres semanas escuchamos ruido en la casa, pero nada más... ésa estaba abandonada desde hacía seis meses. La mujer que vivía allí se fue y dejó todo", dijeron sin dar sus nombres.
Los policías piensan que los dos jóvenes se escondían por alguna causa y el jueves los hallaron. Este doble homicidio es el tercero que los efectivos de la policía científica registran esta semana por los predios de Caricuao. El lunes ocurrió el primero, el miércoles el segundo y el jueves el último.
Sucedieron tan rápido que que no tuvieron tiempo de darse cuenta si alguien pedía auxilio. Y como el silencio regresó tan rápido, los moradores decidieron no salir para conocer qué pudo haber ocurrido. En la mañana se enteraron.
Cuando uno de los vecinos se preparaba para ir a su trabajo vio que en la parte de atrás de su casa había un joven muerto.
Salió para averiguar y se dieron cuenta de que la puerta de la casa vecina estaba abierta. Entraron a preguntar y vieron que desde el escalón del baño quedaba el rastro, ya casi seco, de un grueso hilo de sangre que se empozó en la base de la escalinata. Adentro estaba, tendido boca abajo, otro muchacho.
De inmediato llamaron a los funcionarios del Cuepo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la zona y ellos, ya a las 10:05 de la mañana fijaban el sitio del suceso.
Sólo pudieron identificar a uno de los dos jóvenes asesinados, el que al intentar huir por una de las ventanas cayó malherido detrás de la casa de uno de los vecinos. Ése respondía al nombre de Juan Carlos Castillo Baute. Tenía 29 años, según la cédula que consiguieron y la boleta de excarce- lación.
El joven que quedó dentro de la casa no pudo ser identificado, los investigadores esperan los resultados de la necrodactilia. Y es que los moradores tampoco pudieron ayudar mucho, aseguraron que no los conocían. "Desde hace unas tres semanas escuchamos ruido en la casa, pero nada más... ésa estaba abandonada desde hacía seis meses. La mujer que vivía allí se fue y dejó todo", dijeron sin dar sus nombres.
Los policías piensan que los dos jóvenes se escondían por alguna causa y el jueves los hallaron. Este doble homicidio es el tercero que los efectivos de la policía científica registran esta semana por los predios de Caricuao. El lunes ocurrió el primero, el miércoles el segundo y el jueves el último.
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