martes, 23 de septiembre de 2008

VENEZUELA. Repudio colectivo contra el monstruo de Santa Bárbara

Los padres nunca pensaron que el asesino estaba en el entorno familiar

Maturín.- La conmoción persiste en el pueblo de Santa Bárbara tras el asesinato de la joven de 13 años, Angélica Alfonso, cuyo cuerpo fue hallado enterrado en la jardinera de la casa del victimario, su cuñado, Reinaldo Rafael Reyes Castro, el 10 de septiembre de 2008.

Una muchacha cuyo único pecado fue salir a comprar una tarjeta telefónica el pasado 10 de julio de 2008 a un comercio chino aledaño a su residencia.

Desde aquel entonces, la niña desapareció de las vidas de la familia Alfonso, hablándose en primera instancia de secuestro.

La desesperación de los padres de la adolescente comenzó desde el primer momento, pero ellos jamás pensaron que el asesino estaba en el entorno familiar. Reinaldo Rafael Reyes Castro (39), quien era pareja de la hermana de la víctima, un hombre del cual nunca se sospechó, fue el autor material del cruento hecho que ha conmocionado a la opinión pública nacional.

Los días y las horas iban pasando y la desesperación llegaba al límite, cuando Reyes Castro se ofreció para cobrar un rescate por BsF 100 mil, primer indicio que sembró sospechas sobre Reyes. El se ofreció como mediador para entregar la cuantiosa suma de dinero a los supuestos plagiarios, quienes presuntamente establecieron comunicación con los familiares de la joven a través de mensajes de textos escritos desde el celular de la menor.

El hombre regresó alegando haber sido despojado del dinero, pero la compra de un vehículo y el pago de varias deudas comenzaron a señalarlo como el responsable del hecho.

Efectivos de la Guardia Nacional como del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la delegación Punta de Mata pidieron a Reyes en dos oportunidades que se presentara a declarar, pero se negó. El sábado 6 de septiembre decidió acudir a la policía científica y tras rendir declaraciones, una fiscal del Ministerio Público emitió una orden de detención y fue arrestado.

El lunes 8 de septiembre, las autoridades practicaron un allanamiento en su casa, detectando manchas de sangre en su cama, sitio donde cometió la violación de la adolescente.

Las muestras de sangre llevaron el miércoles 10 de septiembre a una nueva inspección, donde se dejó al descubierto el hallazgo del cadáver de la muchacha enterrado en una jardinera, en el patio de la vivienda de Reyes Castro.

La joven al ser sacada de la jardinera donde la enterraron apareció amordazada de pies y manos, envuelta en tirro y arropada con un mantel de plástico. La fosa, que no era profunda, fue hallada en el fondo de la residencia, por el Cuerpo de Investigaciones, en compañía de los funcionarios de la Policía del Estado, de la Guardia Nacional, Protección Civil y el padre de la menor asesinada.

Al serle practicada la autopsia, arrojó como resultado "múltiples fracturas en el intercostal derecho que le produjeron una hemorragia severa, causándole la muerte" declaró En- der Rodríguez, comisionado del Cicpc. Igualmente, se determinó que la adolescente fue violada tanto por vía vaginal como anal. El cuerpo presentó múltiples hematomas que revelan que Angélica trató de defenderse.

Se trató de trasladar al homicida el 11 de septiembre al Internado Judicial de Monagas, mejor conocido como cárcel de La Pica, pero la protesta de los presos lo impidió. Las autoridades decidieron dejarlo en uno de los calabozos de la Policía del estado Monagas, donde pasó dos noches en medio de la protesta de los vecinos y los internos. Un perdigón alcanzó a Reyes en un muslo, mientras dos custodios fueron retenidos por el grupo de reclusos enardecido. El viernes 12 de septiembre fue trasladado al Internado Judicial de Carúpano, ubicado en el municipio Bermúdez del estado Sucre.

Reyes Castro sobrevivió entre 10 y 12 horas en el internado. La muerte le sobrevino sobre las 12:30 del mediodía del sábado 13 de septiembre.

La comunidad de Santa Bárbara aún no sale de la conmoción. Tras la vigilia, el pueblo se volcó a estas exequias, mientras reza a diario por la niña.

1 comentario:

Venecia dijo...

Mi maestro del liceo el Profesor Gerardo Hernandez estuvo ahi