domingo, 24 de agosto de 2008

VENEZUELA. La mató porque discutió con su madre


Según el Cicpc, en Caracas han muerto 48 mujeres víctimas de la criminalidad

MARÍA ISOLIETT IGLESIAS
EL UNIVERSAL

El hombre esperó a que ya no tuviera clientes para atacarla. Cuando la encontró trabajando sin alguien que pudiera interrumpir o evitar su objetivo, llegó y se le abalanzó. En la mano, el joven empuñaba un puñal que fue a tener en el costado izquierdo de la mujer zapatera.

Después de cumplir su cometido, el muchacho huyó y dejó, tendida en el piso y desangrándose, a Isabel Briceño Hernández, de 49 años, una mujer que dedicó 20 años de su vida a ser zapatera en Petare. Siempre por los mismos predios, en los alrededores de la estación del Metro.

Los amigos buhoneros de Isabel fueron los que la ayudaron. Ellos la recogieron y se la llevaron sin perder tiempo hasta el hospital Domingo Luciani. Allí estuvo hospitalizada desde el 3 de julio hasta el pasado 17 de agosto. El domingo pasado, a la 1:06 de la mañana, tras 46 días de agonía, murió.

Isabel había discutido en una ocasión con la madre de "Maikel" y por eso la mató.

Algunos compañeros de labores de Isabel, quienes prefirieron no identificarse, explicaron que "Maikel" -ese es el alias del homicida- es un joven, al parecer, drogadicto, quien desde hace seis meses azota a toda la redoma de Petare y zonas circunvecinas. Con el puñal en mano, amenaza con la muerte si no se le da dinero, explicaron.

Ellos tienen miedo, por eso no quieren dar su nombre. Aseguran que los maleantes de Petare leen los periódicos y que si "Maikel" sabe que ellos han hablado de él, cobrarán con la vida tal osadía.

Entregada a su trabajo

La rutina de Isabel no era fácil, dijo otra de las trabajadoras informales que hacen vida en la zona y que fue conocida de la zapatera. Vivía en Guarenas y debía llegar muy temprano para empezar su faena diaria.

En su puesto, siempre amable, aunque un poco malencarada, según sus compañeros, quienes no quisieron -por miedo a "Maikel"- revelar su nombre, atendía a todos y ofrecía cantidad de servicios, todos que tuvieran que ver con la zapatería.

Hacía zapatos, los reparaba, cambiaba, las suelas, los cosía y limpiaba. Su trayectoria era ampliamente reconocida en la zona. Tanto que muchos la extrañan y la recuerdan con mucho cariño.

Con su familia

El padre de Isabel, Vivian Hernández, es uno de ellos. "Ella me hizo varios zapatos. Estaba pendiente hasta de limpiármelos", dijo el hombre con el rostro entristecido pero con la entereza suficiente para no dejar correr alguna lágrima imprudente.

De la familia, él fue el único que habló directamente del asesino. "Yo no tengo miedo. Por tener miedo es que estamos como estamos. Tenemos que vencerlo y luchar contra esa gente que tanto daño nos está haciendo", dijo Vivian.

Isabel era la mayor de cuatro hermanos y la primera de las dos hembras. Su padre no refirió si antes de la zapatería se dedicó a otros quehaceres. Toda su vida se ocupó a ese negocio.

Averiguaciones a tope

Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas adscritos a la Subdelegación de El Llanito son los encargados de adelantar averiguaciones del caso.

Ellos, según indicaron están tras la pista del joven apodado "Maikel". Se trata de un muchacho moreno, de estatura promedio, de contextura delgada que ha sido nombrado, al parecer, en varios casos de lesiones y robo. Esperan para girar órdenes y dibujar un retrato hablado del joven para comenzar a buscarlo por todos los predios de Petare, donde el joven hace vida.

Mujeres, las nuevas víctimas

Según las cifras que manejan en la Operaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas refieren que hasta la fecha 48 mujeres han sido asesinadas en Caracas en el 2008. La data registrada el año pasado no fue ofrecida por los efectivos, por lo cual no hay un comparativo.

Lo cierto es que los investigadores aseguran que hay un incremento y explican que eso se debía a que las mujeres se han hecho más activas en el delito. Ahora, según los casos adelantados y hasta resueltos, las féminas integran bandas de secuestro y de robo y son usadas para transportar armas y drogas, a fin de sacar a sicarios de escenas del crimen. Por esto, ahora son asumidas como un enemigo más.

Roberto Briceño León, sociólogo y director del Observatorio Venezolano de la Violencia, indicó a este rotativo, en un trabajo publicado el 13 de abril, "que hay dos perspectivas de la violencia que ha incrementado la muerte de las damas. Una de ellas es puntual y se refiere a que las mujeres eran consideradas de baja sospecha e inocentes, por ello el crimen organizado comenzó a incorporarlas en actividades delictivas no violentas como el transporte de mercancías que incluyen drogas".

"Hemos visto casos de mujeres que salen del barrio con un niño de la mano y una bolsa de pañales que nadie revisa y en la que se ocultan muy bien las mercancías, si fuera un varón cualquiera podría sospechar. Por esa misma razón comenzaron a ser usadas como mulas", comentó en esa oportunidad.

Aunque consagradas como inofensivas, algunas inconformes con eso, decidieron hacerse activas, tal como indicó en abril el sociólogo Briceño León, "copiando actitudes masculinas, bien para conseguir el éxito que alcanzan los varones o para defenderse y sobrevivir a los abusos de un medio en el que reinan las armas y el poder".

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