Al estudiante de Administración le querían quitar su moto
Dos parejas de motorizados interceptaron a Yderf Cabrera, de 19 años, cuando transitaba, a las 9:15 de la noche del martes, por la autopista Fajardo a la altura del distribuidor Párate Bueno, y como no se dejó robar lo asesinaron.
Pretendieron quitarle su moto, que había comprado hacía un mes para trasladarse con mayor facilidad por la ciudad y no llegar tarde a clases, pero él se resistió y uno de los parrilleros le disparó.
El tiro partió su corazón y por eso murió inmediatamente. Un médico, según recordó Hildemaro Cabrera, el tío del muchacho, le prestó los primeros auxilios y se enfrentó a los ladrones para que no se llevaran la moto. Había cola y por eso no volvieron a arremeter. Ese mismo médico fue el que con el celular del estudiante llamó a los familiares para decir lo que había pasado. También hizo lo posible por trasladar al chico hasta el hospital Pérez Carreño, pero llegó muerto.
Yderf vivía en Guarenas, pero se quedaba en la casa de su hermana en Antímano los día de semana para poder estudiar tranquilo. Estaba en el tercer semestre de Administración en la Universidad Antonio José de Sucre, ubicada en la avenida Baralt.
El martes, Yderf llegaba de la universidad cuando fue atacado. El muchacho era el tercero de tres hermanos, no tenía hijos y tampoco trabajaba. Su papá, un reconocido abogado penalista de Guarenas, lo mantenía "porque gracias a Dios tenía los recursos para eso", dijo Hildemaro.
Yderf es el motorizado número 66 que muere en Caracas por no dejarse quitar su vehículo. mii
Dos parejas de motorizados interceptaron a Yderf Cabrera, de 19 años, cuando transitaba, a las 9:15 de la noche del martes, por la autopista Fajardo a la altura del distribuidor Párate Bueno, y como no se dejó robar lo asesinaron.
Pretendieron quitarle su moto, que había comprado hacía un mes para trasladarse con mayor facilidad por la ciudad y no llegar tarde a clases, pero él se resistió y uno de los parrilleros le disparó.
El tiro partió su corazón y por eso murió inmediatamente. Un médico, según recordó Hildemaro Cabrera, el tío del muchacho, le prestó los primeros auxilios y se enfrentó a los ladrones para que no se llevaran la moto. Había cola y por eso no volvieron a arremeter. Ese mismo médico fue el que con el celular del estudiante llamó a los familiares para decir lo que había pasado. También hizo lo posible por trasladar al chico hasta el hospital Pérez Carreño, pero llegó muerto.
Yderf vivía en Guarenas, pero se quedaba en la casa de su hermana en Antímano los día de semana para poder estudiar tranquilo. Estaba en el tercer semestre de Administración en la Universidad Antonio José de Sucre, ubicada en la avenida Baralt.
El martes, Yderf llegaba de la universidad cuando fue atacado. El muchacho era el tercero de tres hermanos, no tenía hijos y tampoco trabajaba. Su papá, un reconocido abogado penalista de Guarenas, lo mantenía "porque gracias a Dios tenía los recursos para eso", dijo Hildemaro.
Yderf es el motorizado número 66 que muere en Caracas por no dejarse quitar su vehículo. mii
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