La polémica decisión la tomaron los jueces Roberto Falcone, Néstor Parra y Mario Portela. Dejaron libres a seis presuntos narcos porque hubo allanamientos de noche. Dicen que "hay que salir del derecho nocturnal" y condenan el "golpeteo de botas y el ruido de las armas" con el que se hicieron las detenciones
Los seis detenidos, producto de 23 allanamientos simultáneos, quedaron el libertad porque los procedimientos se hicieron de noche, algo que los jueces recordaron que está prohibido en el Código de Procedimiento Procesal Penal, aunque no aclararon que está contemplada excepciones a esa regla.
Durante dos años, la Superintendencia de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas investigó a un grupo de traficantes de cocaína y el 14 de marzo de 2008 la Policía decidió llevar a cabo casi en simultáneo 23 allanamientos por orden del juez Alejandro Castellanos.
En los mismos, realizados en Mar del Plata, Tandil, Capital Federal y en Tres de Febrero, se secuestraron drogas, sustancias de corte, balanzas y un arma de fuego. Además, se detuvo a cinco hombres y a una mujer, que hace dos semanas fueron sobreseídos y quedaron libres porque los operativos se realizaron de noche, cuando en realidad deben hacerse durante el día. Horas de escuchas telefónicas, seguimientos y filmaciones quedaron en nada porque el juez no explicó por escrito las razones.
Sucede que al realizarse los allanamientos durante la noche se viola el artículo 225 del Código de Procedimiento Procesal Penal, que indica que este tipo de procedimientos "sólo podrán realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol". A su vez, indica que "cuando el interesado lo consienta o en casos sumamente graves y urgentes o cuando peligre el orden público" podrán realizarse los allanamientos en cualquier horario, algo que no se dio en aquellos registros de marzo del año pasado.
Durante dos años, la Superintendencia de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas investigó a un grupo de traficantes de cocaína y el 14 de marzo de 2008 la Policía decidió llevar a cabo casi en simultáneo 23 allanamientos por orden del juez Alejandro Castellanos.
En los mismos, realizados en Mar del Plata, Tandil, Capital Federal y en Tres de Febrero, se secuestraron drogas, sustancias de corte, balanzas y un arma de fuego. Además, se detuvo a cinco hombres y a una mujer, que hace dos semanas fueron sobreseídos y quedaron libres porque los operativos se realizaron de noche, cuando en realidad deben hacerse durante el día. Horas de escuchas telefónicas, seguimientos y filmaciones quedaron en nada porque el juez no explicó por escrito las razones.
Sucede que al realizarse los allanamientos durante la noche se viola el artículo 225 del Código de Procedimiento Procesal Penal, que indica que este tipo de procedimientos "sólo podrán realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol". A su vez, indica que "cuando el interesado lo consienta o en casos sumamente graves y urgentes o cuando peligre el orden público" podrán realizarse los allanamientos en cualquier horario, algo que no se dio en aquellos registros de marzo del año pasado.
Fue por esto que jueces Roberto Falcone, Néstor Parra y Mario Portela dejaron nulos los registros domiciliarios, a pedido de la defensa, que argumentó que "no surge a lo largo de la actividad policial previa, practicada siempre en horario diurno, necesidad alguna de solicitar la ejecución nocturna de las órdenes de allanamientos en los domicilios de los sospechosos", publicó el diario Clarín.
Falcone aseguró que este tipo de prácticas "de allanamiento nocturno tienen relación con el proceso militar". Según la explicación, los policías "ingresaron a la propiedad en la madrugada sin darse a conocer, tirando la puerta abajo con un ariete".
"La historia del terrorismo de Estado está unida indisolublemente con el recuerdo de las puertas que crujen y caen en la penumbra, con el golpeteo de botas, con el ruido de armas", sostiene el fallo.
Falcone aseguró que este tipo de prácticas "de allanamiento nocturno tienen relación con el proceso militar". Según la explicación, los policías "ingresaron a la propiedad en la madrugada sin darse a conocer, tirando la puerta abajo con un ariete".
"La historia del terrorismo de Estado está unida indisolublemente con el recuerdo de las puertas que crujen y caen en la penumbra, con el golpeteo de botas, con el ruido de armas", sostiene el fallo.
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