Según Cicpc, el fin de semana ocurrieron 25 homicidios en Caracas
El hermano de Reinaldo destacó que a sus padres ahora sólo le quedan dos hijos (Fernando Sánchez)
Los gritos desesperados que siguieron a la ráfaga de tiros anunciaron la tragedia: dos parejas de motorizados habían asesinado a un joven estudiante del sector para robarle la camioneta que manejaba.
Los cuatro maleantes emboscaron a José Luis Hernández Zambrano, de 24 años, cuando arrancaba su camioneta que la tenía estacionada en la avenida El Cuartel de Catia, frente a la entrada de la vereda donde vivía. El muchacho se disponía a llevarla, el domingo a las 6:35 de la tarde, hasta el centro comercial Propatria para guardarla.
Pero en la vía lo interceptaron, trataron de robarlo y como al parecer, se resistió, lo asesinaron. No hubo tiempo de llevarlo hasta algún centro asistencial, los tiros fueron letales.
Pero José Luis no fue el primero de la familia en morir a tiros víctima de un asalto. Hace dos años, recordó Henry Hernández hermano de la víctima, a otro de los hermanos también lo asesinaron de varios disparos en el marco de un robo.
Al muchacho, que para entonces tenía 17 años, lo asesinaron porque también se resistió al robo de su carro. A él lo mataron en La Guaira.
"Aquí están matando a la gente inocente, al futuro del país. mi hermano estaba estudiando su TSU en Administración Tributaria en el IUTA y ya esta semana entraría a trabajar conmigo en el Seniat", dijo sin esperanzas Henry para luego explicar que él trabajaba en la Dirección de Aduanas del aeropuerto internacional de Maiquetía.
José Luis fue de las 25 personas que desde las 6 de la tarde del viernes hasta las 8 de la mañana del lunes cayeron asesinadas a tiros en Caracas, así lo aseguraron fuentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Otro de esos infortunados fue Reinaldo Medina. A él lo asesinaron el domingo a las 5:30 de la mañana en la calle la U del sector Juan XXIII, en La Dolorita.
El constructor pasó esa madrugada en una fiesta. En la reunión se topó con un joven con quien había tenido un problema una semana atrás. En aquella oportunidad, Jhon le dijo a Reinaldo que lo mataría.
El domingo en la mañana, cuando se encontraron a la salida de la fiesta, John lo alcanzó y lo tocó por la espalda. Reinaldo se volteó creyendo, cuentan los testigos, que comenzaría una golpiza, pero Jhon ya había desenfundado su pistola y le disparó sin decirle algo. Kervy Cáceres trató de auxiliar a Reinaldo; por eso, Jhon también le disparó directamente a la cara.
A los dos los llevaron hasta el hospital Domingo Luciani de El Llanito. Reinaldo murió en el camino, Kervy permanece recluido y su pronóstico es reservado.
"Aquí, ahora los muchachos resuelven los problemas a tiros, por más insignificante que sea... los policías no hacen nada... si no los tuviéramos sería mejor, porque no nos confiaríamos en que nos van a cuidar, lo haríamos nosotros mismos", dijo Octimio Gutiérrez, tío de Reinaldo.
Los cuatro maleantes emboscaron a José Luis Hernández Zambrano, de 24 años, cuando arrancaba su camioneta que la tenía estacionada en la avenida El Cuartel de Catia, frente a la entrada de la vereda donde vivía. El muchacho se disponía a llevarla, el domingo a las 6:35 de la tarde, hasta el centro comercial Propatria para guardarla.
Pero en la vía lo interceptaron, trataron de robarlo y como al parecer, se resistió, lo asesinaron. No hubo tiempo de llevarlo hasta algún centro asistencial, los tiros fueron letales.
Pero José Luis no fue el primero de la familia en morir a tiros víctima de un asalto. Hace dos años, recordó Henry Hernández hermano de la víctima, a otro de los hermanos también lo asesinaron de varios disparos en el marco de un robo.
Al muchacho, que para entonces tenía 17 años, lo asesinaron porque también se resistió al robo de su carro. A él lo mataron en La Guaira.
"Aquí están matando a la gente inocente, al futuro del país. mi hermano estaba estudiando su TSU en Administración Tributaria en el IUTA y ya esta semana entraría a trabajar conmigo en el Seniat", dijo sin esperanzas Henry para luego explicar que él trabajaba en la Dirección de Aduanas del aeropuerto internacional de Maiquetía.
José Luis fue de las 25 personas que desde las 6 de la tarde del viernes hasta las 8 de la mañana del lunes cayeron asesinadas a tiros en Caracas, así lo aseguraron fuentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Otro de esos infortunados fue Reinaldo Medina. A él lo asesinaron el domingo a las 5:30 de la mañana en la calle la U del sector Juan XXIII, en La Dolorita.
El constructor pasó esa madrugada en una fiesta. En la reunión se topó con un joven con quien había tenido un problema una semana atrás. En aquella oportunidad, Jhon le dijo a Reinaldo que lo mataría.
El domingo en la mañana, cuando se encontraron a la salida de la fiesta, John lo alcanzó y lo tocó por la espalda. Reinaldo se volteó creyendo, cuentan los testigos, que comenzaría una golpiza, pero Jhon ya había desenfundado su pistola y le disparó sin decirle algo. Kervy Cáceres trató de auxiliar a Reinaldo; por eso, Jhon también le disparó directamente a la cara.
A los dos los llevaron hasta el hospital Domingo Luciani de El Llanito. Reinaldo murió en el camino, Kervy permanece recluido y su pronóstico es reservado.
"Aquí, ahora los muchachos resuelven los problemas a tiros, por más insignificante que sea... los policías no hacen nada... si no los tuviéramos sería mejor, porque no nos confiaríamos en que nos van a cuidar, lo haríamos nosotros mismos", dijo Octimio Gutiérrez, tío de Reinaldo.
María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL
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