jueves, 30 de abril de 2009

VENEZUELA. Atrincherados presos de Yare continúan el violento motín


Nueve reclusos heridos se niegan a recibir atención médica

La GN reforzó la seguridad a las puertas del penal de Yare I para evitar que parientes de los presos intentaran acciones de violencia (Fernando Sánchez)

Doce horas después de haber estallado el motín en la cárcel de Yare I donde tres reclusos se reportaron muertos junto a un efectivo de la GN, los internos se niegan a bajar al patio para permitir una requisa general extraordinaria.

La revuelta se inició a las siete de la noche del pasado martes luego que algunos reclusos protestaran por los maltratos recibidos cuando regresaban de los tribunales de Caracas. Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que un reo disparó desde la torre de reclusión y el proyectil impactó en el cuello al soldado Eudys Armando Arrieta Valera, de 21 años.

El alistado, quien apenas tenía dos meses asignado a la custodia de los reclusos, fue trasladado a una clínica privada situada en la población de Cúa, donde falleció. Simultáneamente se produjo un enfrentamiento armado que se prolongó hasta horas de la madrugada. A la morgue del Hospital General de los Valles del Tuy también ingresó el cadáver del reo Marco Antonio Miranda, de 26 años, quien se encontraba detenido desde el 6 de marzo por posesión de drogas. Estaba a la orden del Tribunal Tercero de Control de los Valles del Tuy.

Las autoridades policiales también confirmaron el deceso de Alberto José Hernández Ramírez, de 29 años, quien fue trasladado a Yare el 29 de noviembre pasado procedente de la cárcel de El Rodeo. Además, se conoció la muerte de Keny Eduardo Cayone, de 23 años. Este último pernoctaba en el área de talleres desde hacía dos meses cuando fue detenido en Petare.

Numerosos familiares de los reclusos amanecieron a las puertas del penal para informarse acerca de sus parientes. Sin embargo, las autoridades del recinto ordenaron suspender la visita en virtud del clima de tensión y las esporádicas detonaciones que se escuchan en los diversos pabellones. Los internos, a través de teléfonos celulares, aseguran que nueve reclusos se encuentran heridos por el paso de los proyectiles. Ninguno se atreve a solicitar ayuda porque temen ser castigados y enviados a otras cárceles. No obstante, los efectivos de la GN acusan a los presos del violento motín. Siete reos que presentan lesiones fueron enviados al hospital Periférico de Catia.

Sonia Vargas, madre de un reo, dijo que en vano hicieron la huelga de hambre para protestar por sus derechos porque al terminar recibieron una paliza. "A los presos en este país los matan a cada rato y nadie se preocupa. Hacen huelgas y los engañan. Los maltratan a golpes y luego los dejan morir. A mi hijo lo tienen a monte", dijo.

Funcionarios del Destacamento 57 de la Guardia Nacional redoblaron la seguridad perimetral para impedir que los familiares de los reclusos intentaran acciones desesperadas. El coordinador general del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, señaló que habían solicitado la designación de un fiscal especial para que investigue exhaustivamente los hechos. También indicó que informaron al relator de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre lo sucedido. Dijo que los reclusos de Yare gozan de una medida provisional emitida el 30 de noviembre de 2007 en la cual se obliga al Estado venezolano a adoptar medidas definitivas para proteger las vidas de las personas privadas de su libertad.


Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL

No hay comentarios: