Cicpc no descarta ninguna hipótesis, pero creen que pudo ser un ajuste
Familiares llegaron a acompañar a la hija de Marcos Tulio de Jesús Paredes cuando se enteraron de lo recién ocurrido en Los Caobos (Fernando Sánchez)
Adentro de su vehículo, desmayado hacia el puesto del copiloto, dejaron a Marcos Tulio de Jesús Paredes Briceño, de 74 años, luego de clavarle, sin alguna razón aparente, cuatro veces un pico de botella.
Según explicaron fuentes de la policía científica, el ataque tuvo lugar entre las 10:30 y 11:00 de la mañana de este martes, en la calle Bogotá Sur de Los Caobos, frente a las Residencias Marisol. Las personas que lo atacaron esperaron a que el hombre se quedara solo. Y es que el abogado llegó a esa hora, en su Caprice de color plata y placas MCA-28U, acompañado de su hija Crimar Paredes Rodríguez.
Lo hicieron porque pagarían el condominio en las Residencias Marisol, donde le habían alquilado el apartamento a una familia. Después de algún tiempo, con los Paredes habían iniciado un litigio contra ellos porque, al parecer, no querían desocupar el inmueble.
El martes llegaron, padre e hija, a cancelar BsF 5 mil del condominio. La chica entró y Marcos Tulio se quedó afuera esperándola. No hubo testigos del hecho. Sólo alcanzaron a ver al hombre malherido.
Pidieron ayuda a los funcionarios de la Policía Metropolitana que a esa hora estaban en la funeraria Hispania velando a un amigo. También llegaron los Bomberos Metropolitanos, pero nada pudieron hacer por el hombre. Las heridas fueron en lugares estratégicos y por eso perdió gran cantidad de sangre muy rápido; según dijeron fuentes del Cicpc, las cortadas se repartieron de la siguiente manera: una en el pecho, otra en el hombro, en la muñeca izquierda y en la clavícula, todas en la parte izquierda del cuerpo.
Los funcionarios no encontraron el arma homicida. Pero creen que se trata de un pico de botella porque las heridas son muy irregulares. También presumen que los asesinos fueron unos indigentes de la zona.
Y aunque no descartan ninguna hipótesis, los funcionarios que se encargan de la investigación tienen una preliminar. Dicen que podría tratarse de un ajuste de cuentas por el litigio que adelantaba.
Los efectivos policiales, además, creen que los homicidas no emplearon armas de fuego porque cerca había cantidad de agentes de la Policía Metropolitana. Presumen que no quisieron alertarlos para poder huir sin problemas.
El vehículo del abogado asesinado fue llevado hasta la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Simón Rodríguez, allí harán las de experticias para saber si los homicidas dejaron alguna huella que sirva para orientar las investigaciones.
A la subdelegación también fueron los familiares directos del hombre acuchillado. Su ex esposa, que fue la que al parecer contó lo del litigio, según explicó un funcionario; y la hija del hombre. Carimar fue la que les relató a los investigadores cuándo, cómo y por qué habían llegado. Ella tampoco escuchó nada ni siquiera gritar a su padre cuando lo atacaban.
Algunos moradores, quienes prefirieron no identificarse, explicaron que la zona está a merced de los delincuentes, "como lo está toda la ciudad".
Según explicaron fuentes de la policía científica, el ataque tuvo lugar entre las 10:30 y 11:00 de la mañana de este martes, en la calle Bogotá Sur de Los Caobos, frente a las Residencias Marisol. Las personas que lo atacaron esperaron a que el hombre se quedara solo. Y es que el abogado llegó a esa hora, en su Caprice de color plata y placas MCA-28U, acompañado de su hija Crimar Paredes Rodríguez.
Lo hicieron porque pagarían el condominio en las Residencias Marisol, donde le habían alquilado el apartamento a una familia. Después de algún tiempo, con los Paredes habían iniciado un litigio contra ellos porque, al parecer, no querían desocupar el inmueble.
El martes llegaron, padre e hija, a cancelar BsF 5 mil del condominio. La chica entró y Marcos Tulio se quedó afuera esperándola. No hubo testigos del hecho. Sólo alcanzaron a ver al hombre malherido.
Pidieron ayuda a los funcionarios de la Policía Metropolitana que a esa hora estaban en la funeraria Hispania velando a un amigo. También llegaron los Bomberos Metropolitanos, pero nada pudieron hacer por el hombre. Las heridas fueron en lugares estratégicos y por eso perdió gran cantidad de sangre muy rápido; según dijeron fuentes del Cicpc, las cortadas se repartieron de la siguiente manera: una en el pecho, otra en el hombro, en la muñeca izquierda y en la clavícula, todas en la parte izquierda del cuerpo.
Los funcionarios no encontraron el arma homicida. Pero creen que se trata de un pico de botella porque las heridas son muy irregulares. También presumen que los asesinos fueron unos indigentes de la zona.
Y aunque no descartan ninguna hipótesis, los funcionarios que se encargan de la investigación tienen una preliminar. Dicen que podría tratarse de un ajuste de cuentas por el litigio que adelantaba.
Los efectivos policiales, además, creen que los homicidas no emplearon armas de fuego porque cerca había cantidad de agentes de la Policía Metropolitana. Presumen que no quisieron alertarlos para poder huir sin problemas.
El vehículo del abogado asesinado fue llevado hasta la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Simón Rodríguez, allí harán las de experticias para saber si los homicidas dejaron alguna huella que sirva para orientar las investigaciones.
A la subdelegación también fueron los familiares directos del hombre acuchillado. Su ex esposa, que fue la que al parecer contó lo del litigio, según explicó un funcionario; y la hija del hombre. Carimar fue la que les relató a los investigadores cuándo, cómo y por qué habían llegado. Ella tampoco escuchó nada ni siquiera gritar a su padre cuando lo atacaban.
Algunos moradores, quienes prefirieron no identificarse, explicaron que la zona está a merced de los delincuentes, "como lo está toda la ciudad".
María Isoliett Iglesias
EL UNIVERSAL
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