- Operaba en su piso del Raval, en condiciones higiénicas "deplorables".
- Inyectaba en los pechos o en las nalgas una silicona líquida.
Los Mossos d'Esquadra han detenido en Barcelona a un hombre de 63 años que realizaba operaciones de estética sin la titulación médica ni sanitaria necesaria en su piso del barrio del Raval, en condiciones higiénicas "deplorables" y con material veterinario.
Juan P.L. fue arrestado el pasado viernes, día 10, cuando iba a recibir en su domicilio barcelonés a una joven de 29 años que venía expresamente desde Madrid para someterse a una intervención de aumento de pecho.
Además, el procedimiento que utilizaba Juan P.L. podía generar importantes riesgos para la salud de las pacientes.
Y es que, previa inyección de anestesia local, inyectaba en los pechos o en las nalgas una silicona líquida, no apta para usos inyectables, mediante pistolas veterinarias.
Estas operaciones costaban entre 250 y 500 euros, un precio relativamente bajo en comparación con los tratamientos que ofrecen los profesionales acreditados, lo que comportaba que el detenido tuviera clientes de toda España, que se desplazaban expresamente a Barcelona para someterse a la operación.
El hombre ha ingresado en prisión provisional
El detenido, Juan P.L., ha ingresado en prisión provisional por orden de un juez de guardia de Barcelona como presunto autor de un delito de intrusismo profesional y otro contra la salud pública, según ha informado la policía catalana.Juan P.L. fue arrestado el pasado viernes, día 10, cuando iba a recibir en su domicilio barcelonés a una joven de 29 años que venía expresamente desde Madrid para someterse a una intervención de aumento de pecho.
En el piso, "pequeño y sucio", vivían 3 perros, un gato y un loro
Según los Mossos, las condiciones higiénicas del domicilio en el que se realizaban estas operaciones eran "deplorables". En el piso, "pequeño y sucio", vivían tres perros, un gato y un loro, y no existía ninguna dependencia habilitada para realizar las intervenciones.Además, el procedimiento que utilizaba Juan P.L. podía generar importantes riesgos para la salud de las pacientes.
Y es que, previa inyección de anestesia local, inyectaba en los pechos o en las nalgas una silicona líquida, no apta para usos inyectables, mediante pistolas veterinarias.
En el domicilio no hubiera ningún aparato esterilizador
El hecho de que estas agujas fueran reutilizables y de que en el domicilio no hubiera ningún aparato esterilizador, implicaba asimismo un alto riesgo de infección y de transmisión de enfermedades contagiosas a las pacientes.Estas operaciones costaban entre 250 y 500 euros, un precio relativamente bajo en comparación con los tratamientos que ofrecen los profesionales acreditados, lo que comportaba que el detenido tuviera clientes de toda España, que se desplazaban expresamente a Barcelona para someterse a la operación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario