lunes, 29 de diciembre de 2008

VENEZUELA. Acusan a 4 agentes del Cicpc por muerte de policía metropolitano


Familiares de la víctima dicen que los policías estaban tomados

Eran cerca de las siete de la noche del domingo cuando los funcionarios de guardia del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de la Subdelegación de Caricuao fueron informados de que en Kennedy había una camioneta que estaba solicitada. Dos mujeres y dos hombres de la guardia subieron a la camioneta Toyota Autana de uno de los agentes y emprendieron camino.

Al mismo tiempo que esto ocurría, el agente de la Policía Metropolitana, Jean Carlos Obispo García, de 23 años, salía a la puerta de su casa en el bloque 3 de Kennedy para compartir con unos amigos.

Según la versión de los funcionarios del Cicpc ellos pasaban por el lugar cuando vieron a Obispo que portaba un arma. Eran las ocho de la noche cuando la camioneta se detuvo frente al grupo y uno de los agentes se bajó y le exigió a Obispo que le diera la pistola, pero el muchacho apenas se negó y el agente del Cicpc le disparó en dos oportunidades.

Los amigos de Obispo y toda la gente que estaba en la calle comenzaron a gritarle a los funcionarios del Cicpc que a quien le habían disparado era agente de la PM, así que los efectivos lo subieron a la camioneta y lo llevaron al hospital Pérez Carreño, pero el joven llegó sin vida.

En el hospital la muerte del efectivo causó un gran revuelo y los funcionarios de la PM que estaban de guardia en el centro de salud apresaron a las dos mujeres y al agente que acompañaban al joven que disparó, mientras él trató de escapar en un carro particular con su arma, la misma que usó para disparar, y la que supuestamente le había quitado al funcionario; pero antes de que pudiera huir fue apresado por efectivos de la PM.

Hijo de una familia de policías, Jean Carlos Obispo García, de 23 años, siguió el camino que indicaba la tradición, y a los 17 años comenzó su curso de agente en la Policía Metropolitana. Ya a los 20 se había graduado y fue destacado a la zona 3 de Caricuao, donde estaba trabajando en el Plan Caracas Segura, pero su guardia comenzaría el lunes, así que la noche del domingo estaba con los amigos despidiéndose de sus días libres.

Su tío, el sargento de la PM Francisco Obispo, dice que él era un muchacho ejemplar y que hasta donde ellos saben no estaba armado y que por lo que dicen los testigos los funcionarios del Cicpc parecían haber estado tomando alcohol.

Carlos Nadales, también funcionario de la PM y amigo de la familia, dice que por lo que han contado los presentes, algunos de los cuales eran funcionarios de la PM, los efectivos del Cicpc no se identificaron, además cuando trasladaron a Obispo herido también se llevaron con ellos, prácticamente secuestrado, a un tío del joven que en ese momento estaba allí.

Nadales comentó que estas cosas no pueden ocurrir, pues: "Si la policía se enfrenta con la policía el hampa es la que gana".

El funcionario tenía una bebé de dos años y había vivido siempre con sus padres.

El caso es investigado por los funcionarios de la División contra Homicidios del Cicpc, y la tarde del lunes los efectivos fueron puestos a la orden del Ministerio Público para que los presenten ante los tribunales.

Al ser consultado en rueda de prensa sobre lo ocurrido el ministro de Relaciones Interiores, Tarek El Aissami, comentó: esto es un delito, una mala práctica policial. Somos implacables en hechos delictivos cometidos por funcionarios policiales".

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