Entrada a uno de los túneles de Gaza.
26 de diciembre de 2008.- La Franja de Gaza sigue bloqueada y nada ni nadie puede entrar desde Israel a excepción de los 40 camiones de ayuda humanitaria de esta mañana. El paso fronterizo egipcio de Rafah tampoco está abierto lo que ha provocado-entre otros motivos- una crisis sin precedentes en las relaciones entre Egipto y Hamás, grupo islamista que controla la Franja.
Salvo algunos casos humanitarios, el paso israelí de Erez también está cerrado a personas, incluyendo diplomáticos o periodistas. Un bloqueo aliviado parcialmente durante la tregua de seis meses entre Israel y Hamás pero que desde su fin el 19 de diciembre ha vuelto a ser severo. Y más tras la intensa lluvia de cohetes, proyectiles y misiles palestinos estos días en el sur de Israel después de la muerte de tres milicianos de Hamás.
Un bloqueo que deja sin productos básicos a la castigada población y da beneficios a los dueños de los centenares de túneles de contrabando que conectan la paupérrima Gaza con Egipto. "Es la mejor arma contra el cierre", afirman los gacenses que añaden que "de lo contrario, nos moriríamos de hambre". "La tregua nos dio tranquilidad pero no mejoró la situación económica. Hay muchas restricciones. Los precios de los productos que escasean han aumentado. Por ejemplo, es muy difícil encontrar harina, leche o arroz", nos comenta por teléfono Baha, de 33 años.
Las autoridades locales tienen registrados de forma oficial 850 túneles de contrabando. Se transfiere de todo, desde personas (incluyendo algunos que necesitan tratamiento médico en el exterior), gasolina (100.000 litros al día), ovejas, dinero, cemento, cigarros, motocicletas, armas, drogas, explosivos o una pareja a punto de casarse. Los dueños de los túneles deben pagar un impuesto al Gobierno de Hamás, que según los cálculos recauda 20 millones de dólares al mes.
La novedad-que publica el diario israelí Haaretz citando fuentes palestinas- es la creación del llamado 'Túnel V.I.P'. Un túnel de primera clase que exige más dinero que uno normal o 'de turista'. A cambio, el nuevo túnel ofrece un servicio constante de electricidad y un teléfono para los que desean realizar el viaje Gaza-Egipto y viceversa. A diferencia de los otros, el 'Túnel V.I.P' no obliga al usuario a agacharse o arrastrarse en el suelo para llegar a su destino. Su amplitud y altura también permiten el paso de productos más grandes como por ejemplo una nevera o lavadora de mayor tamaño.
Un miliciano se introduce en uno de los túneles. (Foto: AP)
La febril actividad subterránea es un elemento más de la lucha entre Israel y Hamás con Egipto como acusado. El primero acusó a El Cairo de "hacer la vista gorda" ante los túneles que salen o parten del desierto del Sinaí y "armando hasta los dientes a las milicias" mientras que por ejemplo el portavoz del ministerio de Interior del Gobierno islamista, Ihab Al Ghussaim, denunció "los medios peligrosos que usa Egipto para destruir o taponar los túneles poniendo en peligro la vida de los palestinos en el interior".
En un 'congreso' celebrado en agosto en la Rafah palestina, su alcalde, Issa A-Nashar, se sumó a estas criticas y recordó "la importancia comercial". "Casi todo lo que Israel nos prohíbe traer o recibir, lo podemos conseguir gracias al túnel", dijo. En dicha reunión, los representantes de Hamás revelaron que en el derrumbamiento de 16 túneles, murieron 19 palestinos. El balance a día de hoy es de 55 muertos.
A raíz del embargo, el 95% de las 3900 fábricas en Gaza se ha visto obligado a cerrar. Con este alarmante aumento del desempleo, los túneles se han convertido en la 'revolución industrial' local. Pero los 'nuevos ricos' gracias a los túneles que se identifiquen con Hamás tienen dificultades para abrir una cuenta en las sucursales de bancos árabes en Gaza que temen sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea. De ahí la creación del Banco Nacional Islámico, que hace unos días fue aprobado por el Gobierno de Gaza pero no por el de Ramala del grupo rival, Al Fatah.
Hay los túneles de contrabando en la frontera y hay los túneles y bunkers que han cavado las milicias en otras partes de la Franja donde actúan, se esconden y se comunican los milicianos. Es una de las 'pesadillas' del Ejército israelí ante una masiva incursión en Gaza. El servicio secreto israelí apunta la existencia de numerosos túneles llenos de explosivos, esperando la llegada de sus tropas.
Los túneles de contrabando son una fuente muy valiosa para el rearme de las milicias en Gaza pero también es un negocio del que viven de forma directa unos 4000 habitantes de la paupérrima Franja. Cuando los accesos al mundo -via Israel o Egipto- se cierran, estos túneles son la única puerta al exterior. Sea o no V.I.P, el túnel de contrabando es una industria que florece en tiempos de bloqueo.
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